En el mundo de la tecnología, las mujeres nos enfrentamos a prejuicios fundados en un sinfín de estereotipos de género. La lista incluye la persistencia de ambientes sexistas y hostiles para las mujeres, la falta de conciliación laboral, los roles socioculturales de género, entre otros. Todos estos factores influyen en la baja participación de las mujeres en este mundillo.
Este artículo fue publicado originalmente en karisma.org.co el 26 de abril de 2018.
Por Amalia Toledo, Coordinadora de Proyectos en Karisma
Recuerdo cuando tenía 11 o 12 años, el día que dije en mi casa que quería ser astronauta. Aunque no hubo resistencia, a mi familia le pareció extraña esta decisión; no había referentes femeninos en mi entorno que incentivaran esta idea.
Años más tarde, entré a la carrera de ingeniería decidida a trabajar algún día en la NASA. El día de la orientación me encontraba en un auditorio con más de 100 personas, pero solo un puñado éramos mujeres. Estoy segura que ni llegábamos al 5%. El profesorado tampoco se veía más diverso. Indiscutiblemente, me encontraba inmersa en un mundo dominado por hombres, que olía a pura testosterona. Aún así, no estaba desalentada, ni nunca dejé que nada ni nadie lo hiciera.
Al final, la vida me llevó por otros rumbos. No me convertí en astronauta y mis intereses cambiaron. Pero hoy, me reconozco nuevamente en un rol ampliamente masculino, el tecnológico, aunque desde la defensa de derechos humanos en internet.
En el mundo de la tecnología, las mujeres nos enfrentamos a prejuicios fundados en un sinfín de estereotipos de género. La lista incluye la persistencia de ambientes sexistas y hostiles para las mujeres, la falta de conciliación laboral, los roles socioculturales de género, entre otros. Todos estos factores influyen en la baja participación de las mujeres en este mundillo.
Lentamente –quizá demasiado pausado–, el panorama ha empezado a cambiar. Hay infinidad de maneras en las que las mujeres podemos involucrarnos en la tecnología y aportar a la transformación de los estereotipos y las relaciones de poder que se refuerzan con estos temas. Y estos nuevos aires le deben mucho al feminismo, al movimiento que busca que todas las personas tengamos los mismos derechos y oportunidades.
Para celebrar el Día Internacional de las Niñas en las TIC, desde Karisma hemos decidido mostrar que la tecnología no es un tema ajeno a las mujeres ¡Queremos enfrentar el estereotipo de la tecnofobia femenina!
Inspiradas en el mapeo que realizó la ONG Derechos Digitales de las diferentes respuestas que grupos de mujeres latinoamericanas han dado a la relación entre género y tecnología, presentamos una serie de GIF que recogen algunas acciones feministas que pueden servir de ejemplos para que niñas y mujeres jóvenes y adultas vean que sus contribuciones y participación en este campo son importantes, entre otras razones, paraconstruir una internet libre que nos incluya.
Infraestructuras feministas
La infraestructura tecnológica está compuesta de distintos elementos que permiten la optimización o funcionamiento de un fin determinado, por ejemplo, las comunicaciones. Uno de sus componentes es la parte física (ej. cables, módems, servidores, computadores, antenas, replicadores de señal, etc.), y otro son los sistemas y programas que permiten que la infraestructura sirva para su objetivo (ej. almacenar información, transferir datos, crear diferentes tipos de tecnología, permitir las comunicaciones, etc.). Montar, gestionar y mantener todos los componentes de esta infraestructura requiere de grupos de personas con conocimiento suficiente. Quien tenga ese conocimiento, controla cómo y para qué se usa esa infraestructura.
Incorporar un enfoque feminista al desarrollo de infraestructuras, permite acercar la tecnología a las personas, sobre todo a aquellas que han sido excluidas, y empoderarlas a través de procesos colectivos de creación y experimentación. Además, promueve la construcción colectiva de posibles soluciones más próximas a las necesidades de la comunidad (ej. bajo consumo energético, costos más asequibles, espacios seguros de creación, etc.) Podría decirse que los procesos de construcción de infraestructura feminista están guiados por un espíritu de solidaridad, colaboración y autonomía.
Mujeres creando tecnología
Utilizar herramientas tecnológicas no es suficiente para atraer a las niñas y mujeres a este campo. En cambio, mostrar que las experiencias y realidades de las mujeres tienen cabida en el desarrollo de tecnología es un incentivo mucho mayor. Cuando las mujeres crean tecnología, sea hardware o software, contribuyen al objetivo de un mundo más igualitario. También aporta al crecimiento personal y profesional de las mujeres, a mejorar sus oportunidades laborales y fuentes de ingreso, e incluso favorecer el desarrollo de economías locales.