Protestas callejeras paralizaron Tbilisi, la capital de Georgia, después de un intento de las autoridades de cerrar las oficinas de la estacion de television independiente Rustavi-2, informan el Sindicato de Periodistas (JuHI), Índice de la Censura (INDEX), el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI), el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion […]
Protestas callejeras paralizaron Tbilisi, la capital de Georgia, después de un intento de las autoridades de cerrar las oficinas de la estacion de television independiente Rustavi-2, informan el Sindicato de Periodistas (JuHI), Índice de la Censura (INDEX), el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI), el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ) y la Federacion Internacional de Periodistas (FIP). Según el IPI, el 31 de octubre, funcionarios del Ministerio de Seguridad intentaron hacer un allanamiento a las oficinas de Rustavi-2. Fueron frustrados por una multitud de varios cientos de manifestantes que les impidieron entrar a las instalaciones. El CPJ dice que los funcionarios del ministerio afirmaron que la estacion había estado evitando el pago de aproximadamente 1 millon de laris (USD 480,000) de impuestos, aunque el personal de Rustavi-2 dice que los funcionarios efectuaron una auditoría fiscal hace una semana y no encontraron irregularidades.
El IPI señala que esta no es la primera vez que Rustavi-2 ha sido agredida por el Gobierno. La auditoría fiscal, que no descubrio malos manejos, había sido exhaustiva y el 30 de octubre, los funcionarios del ministerio de seguridad entraron a las oficinas de la estacion y amenazaron con desplegar «fuerzas especiales» a menos que el personal entregara documentos financieros. Según INDEX, el ataque del Gobierno contra Rustavi-2 tuvo motivos políticos; la estacion había criticado implacablemente al régimen del presidente Eduard Shevardnadze, denunciando la corrupcion y criticando las políticas economicas de su Gobierno.
INDEX agrega que la mayor parte de los georgianos creen que el ataque está vinculado con el asesinato este año del periodista de Rustavi-2 George Sanaia. Antes de su asesinato, ocurrido el 26 de julio, Sanaia había hecho reportajes de investigacion acerca del cañon Pankisi, un área cerca de la frontera con Chechenia en la cual se informo que rebeldes chechenios con vínculos con el contrabando de drogas buscaban refugio. Según el IPI, Sanaia se entero de la existencia de varias grabaciones en video que mostraban a un funcionario gubernamental en el cañon Pankisi en una mision desconocida. [Ver el «Comunicado» IFEX No. 10-30]. «>http://communique.ifex.org/articles_espanol.cfm?category=1%20Noticias%20Regionales&volume=10&issue_no=30%26amp;lng=espanol#3426»>10-30].
Como consecuencia de la última maniobra del Gobierno contra Rustavi-2, han ocurrido grandes manifestaciones en la capital y los manifestantes piden la renuncia de varios ministros del Gobierno, informa Radio Europa Libre (RFE). Según la BBC, el 1 de noviembre, el presidente Shevardnadze destituyo a todo el gabinete y amenazo con renunciar a su propio cargo. Sin embargo, luego anuncio que no renunciará, ni disolverá el parlamento y anunciará nuevas elecciones, dice RFE.
Según la Encuesta de libertad de prensa 2001 de Liberty House, los medios de Georgia se consideran «parcialmente libres». Señala que Akaki Gogichaishvili, presentador del programa de television Sesenta Minutos de Rustavi-2, afirmo que había recibido una amenaza de muerte en mayo del Viceprocurador General de Georgia a raíz de un informe de la corrupcion en la Union de Escritores Georgianos, financiada por el Estado. Para obtener más informacion, vea www.freedomhouse.org/ratings/index.htm, www.freemedia.at, www.cpj.org, www.ifj.org, www.juhiaz.org y www.oneworld.org/index_oc/.