En Sudán, donde se está desarrollando una de las peores crisis de derechos humanos del mundo, la ausencia de noticias son malas noticias. Mientras las milicias árabes respaldadas por el Gobierno libran lo que las Naciones Unidas naciones unidas llaman una campaña de «tierra quemada» contra una población estimada de 870,000 personas, en su mayor […]
En Sudán, donde se está desarrollando una de las peores crisis de derechos humanos del mundo, la ausencia de noticias son malas noticias. Mientras las milicias árabes respaldadas por el Gobierno libran lo que las Naciones Unidas naciones unidas llaman una campaña de «tierra quemada» contra una población estimada de 870,000 personas, en su mayor parte civiles, las autoridades sudanesas impusieron un apagón informativo, informan Human Rights Watch y Reporteros sin Fronteras (RSF).
La sentencia impuesta la semana pasada al reportero de Al-Yazira Islam Salih de un mes de cárcel y una multa de 1 millón de libras sudanesas (aproximadamente USD 3,800) es el ejemplo más reciente de los intentos del Gobierno de encubrir las atrocidades que se perpetran contra los civiles en Darfur, dice RSF.
El 13 de abril, Salih fue condenado por cargos de «diseminar información falsa». Antes de su condena, las autoridades lo habían amenazado con tomar medidas punitivas si no reducía su cobertura sobre Darfur y otros temas de derechos humanos en Sudán, dice RSF. La oficina de Al-Yazira también fue cerrada por las autoridades. RSF está pidiendo la liberación inmediata de Salih.
Mientras tanto, Human Rights Watch está instando a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a condenar los «crímenes contra la humanidad» perpetrados en Sudán por fuerzas gubernamentales y milicias aliadas y a volver a nombrar un relator especial para vigilar las violaciones a los derechos humanos en el país. Se prevé que la Comisión vote una resolución sobre Sudán el 22 de abril.
El año pasado, el organismo de derechos humanos votó por terminar un mandato de 10 años del relator con el argumento de que el Gobierno y las fuerzas rebeldes en el sur de Sudán estaban avanzando hacia la paz.
Human Rights Watch dice que las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas han matado a miles y han obligado a hasta 870,000 personas a abandonar sus hogares como parte de una violenta campaña contra los insurgentes rebeldes en Darfur. Al menos 120,000 de los refugiados han huido por la frontera al vecino Chad. Los blancos principales son los civiles de la misma etnia que los rebeldes, dice Human Rights Watch. Las aldeas han sido bombardeadas, quemadas, y saqueadas y ha habido miles de casos de asesinato y violación.
Lea el informe detallado de Human Rights Watch sobre Darfur: http://hrw.org/reports/2004/sudan0404/
Visite el sitio Web de IFEX para obtener información actualizada sobre la situación en Sudán:
http://ifex.org/en/content/view/full/42/