Las autoridades sauditas prohibieron a un abogado defensor que viajara al extranjero para recibir el Premio a los Defensores de los Derechos Humanos 2008 de Human Rights Watch. Estaba programado que Abdul-Rahman al-Lahim fuera homenajeado en noviembre en Londres, París y Ginebra con el premio por su lucha a favor de los derechos de los […]
Las autoridades sauditas prohibieron a un abogado defensor que viajara al extranjero para recibir el Premio a los Defensores de los Derechos Humanos 2008 de Human Rights Watch.
Estaba programado que Abdul-Rahman al-Lahim fuera homenajeado en noviembre en Londres, París y Ginebra con el premio por su lucha a favor de los derechos de los ciudadanos sauditas contra los fallos arbitrarios e injustos.
Al-Lahim obtuvo la atención mundial por defender a una mujer de Qatif que fue sentenciada en noviembre de 2006 a varios meses de cárcel y 90 latigazos después de ser víctima de una violación masiva. Su castigo fue por un acto anterior a la violación: estar sola en un automóvil con un hombre que era su pariente, lo que es ilegal en Arabia Saudita. Un tribunal de apelaciones aumentó la sentencia de la mujer a 200 latigazos y seis meses de cárcel. En diciembre de 2007, el rey Abdullah conmutó la sentencia de la mujer después que el caso atrajo la crítica internacional.
Al-Lahim «está en la primera línea del combate para poner en efecto la clase de reformas judiciales que el rey Abdullah anunció», dijo Human Rights Watch.
Como al-Lahim no pudo asistir a la ceremonia en Londres el 11 de noviembre, preparó comentarios que se leyeron en el evento: «Este premio es un reconocimiento de los cientos de activistas de derechos humanos en Arabia Saudita,» dijo. «También es un reconocimiento al trabajo de valerosos escritores que han hablado contra los extremistas islámicos y sus llamados a la violencia».
Otros cuatro activistas fueron honorados con el premio Defensor de los Derechos Humanos.
Sunila Abeysekera de Sri Lanka ganó por las dos décadas que ha pasado trabajando como activista en medio de la guerra civil de Sri Lanka, denunciando abusos graves por parte de las fuerzas de seguridad gubernamentales y los tigres tamiles.
Mathilde Muhindo trabaja para apoyar a víctimas de violación y para detener el uso de la violación como arma de guerra en la República Democrática de Congo.
Umida Niazova, una periodista uzbeka, sigue hablando contra los abusos del Gobierno, a pesar de ser condenada por cubrir la masacre de Andiján en 2005, en la que el ejército mató a cientos de manifestantes desarmados.
Bo Kyi pasó más de siete años en la cárcel por su activismo político desde los motines a favor de la democracia en Birmania en 1988. Tras su liberación de la cárcel, cofundó la Asociación de Asistencia a Prisioneros Políticos en Mae Sot, Tailandia. Al aceptar su premio en Londres, dijo «Tenemos una manera de comunicarnos con los prisioneros y dar a conocer sus historias. No puedo decirles cómo lo hacemos. No quiero que el régimen birmano se entere. Pero les puedo decir que estas historias llenan las páginas de nuestros informes y los de Human Rights Watch … Con el tiempo, las historias de estos prisioneros generan presión en la comunidad internacional para que asuma una postura».
Los premios se están entregando en una serie de banquetes en Norteamérica y Europa en noviembre.
Para obtener más información sobre los homenajeados de Human Rights Watch en 2008, visite: http://tinyurl.com/63mx3p
Para obtener detallas sobre la campaña para levantar la prohibición de viajar de al-Lahim, visite: http://tinyurl.com/57mn6c
Para conocer la aceptación de Bo Kyi, visite el blog de George Packer en «The New Yorker»: http://tinyurl.com/5m8h9m
(19 de noviembre de 2008)