El 9 de febrero, el periodista Antonio Gomez Gomez fue baleado y asesinado por elementos desconocidos, informan la Federacion Internacional de Periodistas (FIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF). Gomez estaba en casa con su familia cuando entraron cinco hombres cubiertos de capuchas y lo asesinaron, informa RSF. Gomez era propietario de la estacion radial Ecos […]
El 9 de febrero, el periodista Antonio Gomez Gomez fue baleado y asesinado por elementos desconocidos, informan la Federacion Internacional de Periodistas (FIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF). Gomez estaba en casa con su familia cuando entraron cinco hombres cubiertos de capuchas y lo asesinaron, informa RSF. Gomez era propietario de la estacion radial Ecos de la Sierra, el en corregimiento de Palmor, jurisdiccion del Municipio de Ciénaga-Magdalena, en Sierra Nevada de Santa Marta y estaba al frente de un servicio de television de cable en esa zona. Gomez promovía a través de su estacion campañas cívicas en favor de la poblacion.
En otras noticias, cuando los colombianos leen detenidamente los medios no solo se enfrentan con el conflicto armado de su país, sino también con una recia batalla por la informacion independiente, dice Fabio Castillo en la edicion más reciente de»Index on Censorship» (boletín «Indice de la Censura», Vol. 1, 2000). En este artículo»The Unpublished War» (La guerra inédita), Castillo escribe que la propiedad de los medios de Colombia está concentrada en las manos de dos grupos economicos, el Grupo Santodomingo y el Grupo Ardila Lulle Group. Solo uno de cada diez artículos viene de fuentes alternativas, dice Castillo. El control de los grupos sobre los medios se extiende a periodicos demás de radio y TV y también es evidente en la publicidad. Entre los intereses de las empresas están «fábricas, bancos y comercios y sus estaciones de radio y television llevan el grueso de la publicidad de sus compañías». Castillo declara que frente a este control de los medios, la mayor parte de los periodistas se ven obligados a ejercer la autocensura. Los que no censuran su trabajo se enfrentan a presiones extremas y amenazas a sus vidas. Según Castillo, en Colombia sesenta periodistas fueron asesinados en los últimos veinte años. Sin embargo, al señalar el desarrollo de 500 estaciones de radio y television comunitaria en todo el país, Castillo escribe que algo del periodismo alternativo ha continuado.
Algunos periodistas colombianos, sin embargo, sienten que las amenazas de muerte que han recibido les dejan sin más opciones que guardar silencio o abandonar la profesion, dice Alvaro Montoya Gomez en la misma edicion de «Index on Censorship». Al declarar que «el periodismo sin libertad es imposible», el artículo de Montoya, «I Drown in Silence» (Me ahogo en el silencio), subraya el temor extremo en el cual viven los periodistas colombianos. Montoya es un periodista y caricaturista que fue obligado a dejar de trabajar en los medios el 25 de noviembre de 1999 después de que su familia recibio amenazas de muerte. Para obtener una copia de la edicion más reciente del boletín «Index on Censorship», comuníquese a 33 Islington High St., London, N1 9BR, United Kingdom; Tel: +44 171 278 2313; Fax: +44 171 278 1878; correo electronico: tony@indexoncensorship.org; sitio web: http://www.indexoncensorship.org. Para ver otras noticias en español acerca de la libertad de prensa en Colombia, visite la página de la Fundacion para la Libertad de Prensa: http://www.flipcolombia.org/.