La reciente decision del Consejo Nacional de Comunicaciones (CNC) de suspender a tres corresponsales extranjeros es parte de «una campaña sistemática de reprimir las voces críticas en Guinea y en especial, de bloquear la cobertura internacional del juicio de Condé», advierte el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). El […]
La reciente decision del Consejo Nacional de Comunicaciones (CNC) de suspender a tres corresponsales extranjeros es parte de «una campaña sistemática de reprimir las voces críticas en Guinea y en especial, de bloquear la cobertura internacional del juicio de Condé», advierte el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). El 28 de julio, a Mouctar Bah de la Agence France-Presse, Ben Daouda Sylla de África No. 1, y Amadou Diallo de la British Broadcasting Corporation (BBC) el CNC les suspendio las credenciales durante dos meses. El organismo regulador acuso a los periodistas de «distribuir informacion de naturaleza tendenciosa y maliciosa de la situacion sociopolítica en la República de Guinea, con la intencion inconfesa de ensuciar su imagen de paz y estabilidad», dice Reporteros sin Fronteras (RSF). La suspension ocurrio solo una semana antes de la reanudacion del líder de oposicion Alpha Condé. El juicio de Condé, quien se enfrenta a cargos de «poner en peligro el estado»; ha sido ampliamente denunciado por los medios locales e internacionales así como grupos de derechos humanos «con bases de procedimiento y legales», afirma el CPJ.
Según el CPJ, las últimas acciones del CNC equivalen a un «descarado acto de censura» que es «el más reciente en un perturbador patron de agresiones contra periodistas independientes en Guinea.» Solo tres días antes de su suspension, se emitio una orden de arresto contra el periodista guineano Alphadio Modesto Ayibatin a su retorno a Guinea desde Canadá, informan el CPJ y la Fédération professionnelle des journalistes du Québec (Federacion Profesional de Periodistas de Quebec, FPJQ). Ayibatin fue amenazado con el arresto debido a un artículo que publico en un periodico canadiense mientras estaba en una visita profesional a Canadá. El artículo criticaba las políticas economicas del Gobierno guineano. A principios de este año, el CNC suspendio dos periodicos privados durante un mes después de que varios representantes de empresas privadas presentaron quejas. El editor de uno de esos periodicos fue arrestado posteriormente por tratar de iniciar otra publicacion durante el periodo en que su periodico estaba suspendido.
Estas violaciones a la libertad de prensa están sancionadas por las leyes de prensa guineanas de 1991, conocida como una de las leyes de prensa más represivas de África, declara el CPJ. Según las leyes de prensa guineanas, se requiere que todos los periodicos envíen tres copias de su publicacion a las autoridades cuatro horas antes de la distribucion, y el incumplimiento acarrea cuantiosas multas. Los periodistas pueden ser encarcelados por hasta cinco años por actuar «contra la seguridad del Estado» o por «complicidad con el enemigo en tiempos de guerra», hasta un año de prision por difamar a las autoridades públicas, y puede recibir dos años de cárcel por «comentarios indecentes». La ley declara explícitamente que aun los muertos pueden presentar demandas de difamacion contra periodistas que «manchen su memoria», aunque no especifica a quien se permite presentar esa demanda a su nombre. El CNC, que fue creado inicialmente para «proteger los derechos de los ciudadanos al acceso a la informacion, impedir un control abusivo de los medios estatales por parte del Gobierno, y obstaculizar la manipulacion de la opinion pública a través de los medios de comunicacion», ha fracasado claramente en el cumplimiento de su mandato, dice el CPJ.