Autoridades de la República Popular China han emprendido una enérgica ofensiva contra la libertad de expresión en los últimos meses, a pesar de sus promesas de respetar los derechos humanos, dicen Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos, HRW), Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Asociación Mundial de Periódicos (WAN). Los observadores de China […]
Autoridades de la República Popular China han emprendido una enérgica ofensiva contra la libertad de expresión en los últimos meses, a pesar de sus promesas de respetar los derechos humanos, dicen Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos, HRW), Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Asociación Mundial de Periódicos (WAN). Los observadores de China observan que, a pesar de las relaciones comerciales internacionales más cálidas, el gobierno chino ha ignorado las peticiones de dentro y fuera del país para buscar la democracia.
HRW condena las duras sentencias impuestas a los disidentes chinos Xu Wenli y Wang Youcai después de juicios sumarios en diciembre. El primero recibió una condena de 13 años y el segundo de 11 años. Fueron acusados de «intentar socavar las bases del gobierno» junto con Qin Yongmin por tratar de establecer el Partido Demócrata Chino. «La firma de China en un tratado de derechos humanos no vale lo que el papel en que está escrita si eso es lo que hace con activistas políticos pacíficos», dijo Sidney Jones, director para Asia de HRW. La firma de China del Acuerdo Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) en octubre pasado, comenta HRW, se vio como «una indicación del compromiso creciente de Pekín hacia los principios internacionales de los derechos humanos». Jones agregó que «China dice que respeta la libertad de expresión, pero luego arresta a esos hombres por pedir el cambio democrático. Dice que respeta la libertad de asociación, pero luego arresta virtualmente a todos los relacionados con un nuevo partido político».
HRW exhorta a los gobiernos actualmente están en «diálogos sobre los derechos humanos» con China, como los Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y la Unión Europea, que «reconsideren para qué sirven esos diálogos». HRW también los exhorta a apoyar una resolución que condena las prácticas de los derechos humanos en Chino en la reunión anual de la Comisión de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo en Ginebra. El año pasado, dice HRW, «se abandonó el esfuerzo en favor de diálogos con menos confrontación».
RSF informa que el 17 de diciembre de 1998, las autoridades chinas interfirieron la Voice of Tibet (Voz del Tíbet, VOT), una estación de radio con sede en Oslo que transmite un programa de 30 minutos a la India, Nepal y Noruega. Según el director de VOT, las autoridades chinas pasaron al aire un programa de Radio Canadá Internacional a la misma hora en la misma frecuencia para impedir la recepción clara de la VOT. No se aclaró si la interferencia continuó al día siguiente. En ocasiones anteriores, China ha interferido los programas internacionales de la British Broadcasting Corporation (BBC), la Voz de América y otras estaciones que transmiten desde el extranjero.
WAN informa que más recientemente, las autoridades chinas prohibieron el «Cultural Times», «por circular fuera de la provincia de Guangdong sin permiso de gobierno». En un caso separado, el Partido Comunista Chino local ordenó al «Daily News» de Guangzhou-Hong Kong que destituyera a su personal administrativo por su «violación de las reglas de reportajes y por esparcir el pensamiento liberal burgués». WAN señala que esta acción también viola el ICCPR. Para mayor información, visite al recientemente renombrado espacio Web de Wan en
http://www.wan-press.org/.