Las autoridades chinas han hecho casi imposible que los periodistas independientes cubran las manifestaciones en el Tíbet y en las provincias vecinas al imponer «restricciones sofocantes» a la prensa, que van desde expulsar a reporteros extranjeros hasta censurar la cobertura noticiosa. Las manifestaciones contra 57 años de dominio chino en el Tíbet que iniciaron monjes […]
Las autoridades chinas han hecho casi imposible que los periodistas independientes cubran las manifestaciones en el Tíbet y en las provincias vecinas al imponer «restricciones sofocantes» a la prensa, que van desde expulsar a reporteros extranjeros hasta censurar la cobertura noticiosa.
Las manifestaciones contra 57 años de dominio chino en el Tíbet que iniciaron monjes budistas en la capital provincial de Lhasa la semana pasada se han convertido en las mayores manifestaciones en casi dos décadas y suscitaron una violenta reacción de las autoridades chinas.
Los primeros relatos de testigos y fotografías publicadas en Internet retrataron una escena caótica en Lhasa el 14 de marzo, con fuerzas de seguridad golpeando a manifestantes, disparando municiones de verdad y rodeando monasterios y las multitudes atacando a las fuerzas de seguridad e incendiando las tiendas chinas.
Pero los informes acerca del número de personas muertas a consecuencia de las protestas no se pueden verificar debido a las restricciones oficiales que hay a informar desde el Tíbet. El Gobierno tibetano en el exilio en Dharamsala, India, dice que hasta 100 personas han muerto y 1,000 han sido arrestadas. Los medios estatales chinos informan que 16 civiles han sido muertos.
Según los informes noticiosos, el Gobierno chino en el Tíbet acusó a los partidarios del líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, de incitar al descontento para sabotear los Juegos Olímpicos de Beijing. Las autoridades impusieron un toque de queda en Lhasa y desplegaron a la policía antimotines en las calles. Freedom House (Casa de la Libertad) informa que fuerzas de seguridad están practicando búsquedas casa por casa, haciendo redadas de cientos de tibetanos sospechosos de participar en las manifestaciones. También se enviaron tropas a aplastar las manifestaciones de simpatía que se han difundido a las provincias vecinas de Sechuán, Qinghai y Gansu.
Desde la semana pasada, las autoridades se han negado a otorgar a los corresponsales extranjeros permisos para entrar al Tíbet por razones de «seguridad», a pesar de la promesa China hecha en enero de 2007 de permitir a los periodistas extranjeros en China llevar a cabo libremente su trabajo antes de los Juegos Olímpicos, dicen Reporteros sin Fronteras (RSF), la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). También se está negando el acceso a turistas, que estuvieron entre los primeros que ofrecieron imágenes de las medidas represivas, dice RSF.
Al menos 25 periodistas, entre ellos 15 de Hong Kong, han sido expulsados del Tíbet y otras zonas de descontento por «informes ilegales», informa RSF. El miembro de IFEX Hong Kong Journalists Association (Asociación de Periodistas de Hong Kong, HKJA) dice que se ordenó a reporteros de al menos seis grupos de medios de Hong Kong que salieran de Lhasa en avión. La HKJA pidió a las autoridades volver a considerar las expulsiones.
Las autoridades también censuraron las noticias extranjeras y los informes de Internet del Tíbet en China continental. Los informes sobre el tema en la BBC y CNN se han bloqueado y se ha impedido el acceso a los sitios web en forma regular en los últimos días, «lo que deja a los ciudadanos chinos en la oscuridad acerca de la tragedia que está ocurriendo»; dicen los centros del PEN en Canadá, EE. UU. y China.
YouTube.com se ha censurado en China desde el 16 de marzo después de que docenas de videos acerca de las manifestaciones en el Tíbet aparecieron en ese popular sitio web para compartir videos, informa RSF. Se presenta a los usuarios de Internet una pantalla en negro o el mensaje «dirección incorrecta» al tratar de acceder al sitio.
También ha habido informes de importantes interrupciones del servicio telefónico y de Internet en Lhasa y otras zonas del Tíbet desde el 10 de marzo, lo que ha impedido el flujo de informes de primera mano al difundirse las manifestaciones, dice el PEN.
Mientras tanto, en lugar de tratar de contener la información, los medios estatales chinos están intentando una táctica diferente: publicar y difundir noticias de los motines «antichinos» del viernes en Lhasa y el periodo posterior, sin mencionar las bajas tibetanas ni el despliegue militar. Según informes noticiosos, se dio instrucciones a los empleados del servicio en inglés del servicio de televisión estatal CCTV que siguieran transmitiendo imágenes de tiendas quemadas y chinos heridos en los ataques. No se muestran manifestantes pacíficos.
Las autoridades también están permitiendo que pasen mensajes contra el Tíbet, incluyendo los sitios web que piden el asesinato de «separatistas» tibetanos, dice RSF.
CPJ dijo a los reporteros de noticias que las restricciones chinas a los informes de las protestas tibetanas eran «un perturbador avance de la clase de censura generalizada que los periodistas podrían enfrentar en agosto».
En un ominoso giro para las autoridades chinas, que esperaban tener un periodo previo a los Juegos Olímpicos sin incidentes, las protestas callejeras se han ampliado al exterior de las fronteras chinas.
Según Human Rights Watch, ha habido protestas a favor del Tíbet a diario en todo el mundo desde el lunes pasado. Estallaron peleas frente a la embajada China en París durante una manifestación contra las medidas drásticas de Beijing respecto a los manifestantes. La policía antimotines francesa usó gas lacrimógeno para dispersar a cerca de 500 simpatizantes del Tíbet.
También se organizaron manifestaciones en India, donde manifestantes, en su mayor parte tibetanos, marcharon por las calles en y alrededor de Dharamsala. Human Rights Watch informa que la policía de India detuvo al menos a 100 tibetanos exiliados que trataban de marchar de Dharamsala al Tíbet el 10 de marzo e impusieron una orden inhibitoria que prohibe a los manifestantes salir del distrito.
Al menos 12 monjes fueron lesionados en Nepal el viernes cuando la policía dispersó una marcha de 1,000 manifestantes en Katmandú.
«La feroz ofensiva contra manifestaciones semejantes en las democracias e India y Nepal? plantea inquietudes acerca de si China está presionando a esos países para silenciar a los tibetanos», dice Human Rights Watch.
RSF está pidiendo a los jefes de estado que boicoteen las ceremonias de inauguración de los Juegos Olímpicos para expresar su rechazo a las políticas de Beijing.
El último episodio de malestar en el Tíbet comenzó cuando monjes y activistas protagonizaron protestas en Lhasa y otras regiones el 10 de marzo, el aniversario del levantamiento de 1959 que China reprimió con fuerza y que llevó al Dalai Lama a huir del exilio a India. Cientos de monjes de un monasterio cercano a Lhasa exigieron la liberación de otros monjes encarcelados el año pasado. Varios monjes y tibetanos del común se unieron y exigieron la independencia y e hicieron ondear la bandera del Tíbet. Se produjeron arrestos, lo que llevó a más protestas.
Visite estos vínculos:
– CPJ: http://tinyurl.com/3aexxk
– Freedom House (Casa de la Libertad): http://tinyurl.com/yrlkvb
– HKJA: http://ifex.org/en/content/view/full/91727/
– Human Rights Watch: http://tinyurl.com/34bd79
– FIP: http://www.ifj.org/default.asp?Index=5965&Language=EN
– PEN: http://www.pencanada.ca/media/Tibet_3-17-08.pdf
– RSF: http://www.rsf.org/imprimir.php3?id_article=26247
– Campaña por la liberación del Tíbet, con vínculos a informes noticiosos internacionales: http://www.freetibet.org/
(Imagen del Dalai Lama en un discurso a sus simpatizantes, cortesía del «Guardian»)
(18 de marzo de 2008)