Antes de ser detenido, Jim Wyss, corresponsal del Miami Herald, estaba realizando investigaciones relacionadas a las denuncias sobre desabastecimiento de alimentos en los supermercados.
Cerca de las 5 de la tarde del 9 de noviembre de 2013, fue dejado en libertad Jim Moody Wyss, corresponsal del Miami Herald, diario internacional, quien estuvo detenido de manera arbitraria en San Cristóbal, estado Táchira, por 46 horas por funcionarios del gobierno Venezolano, desde la noche del 7 de noviembre. La liberación se produjo en Caracas, Distrito Capital.
Jim Wyss fue liberado en Caracas, luego de haber estado bajo los procedimientos de Sistema Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) -adscrito al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia- institución ante la cual intervinieron los representantes diplomáticos en Venezuela de Estados Unidos -su país de origen-, y los editores del Miami Herald quienes arribaron a Caracas el mismo día para solventar la situación. Según la información oficial que le proporcionaron a Moody Wyss, él había sido detenido arbitrariamente debido a que estaba realizando labores periodísticas en San Cristóbal sin haber solicitado el visado de trabajo ante los organismos venezolanos.
IPYS Venezuela reportó que a las 9:00 p.m. del 7 de noviembre de 2013, en la posada donde estaba alojado en San Cristóbal, fue detenido arbitrariamente Jim Moody Wyss, por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), quienes lo trasladaron hasta la sede de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM), en la capital del estado Táchira. Antes de movilizarse, los efectivos le pidieron al periodista que recogiera sus pertenencias y lo conminaron a que los acompañara, de acuerdo a los datos que ofrecieron testigos del hecho.
En su portal, el Miami Herald informó que “las autoridades venezolanas dijeron Wyss fue detenido porque no tenía permiso para reportar en el país”. Wyss informó que el 8 de noviembre “fue trasladado al centro de detención en Caracas, donde fue visitado por un funcionario de la Embajada EE.UU. ´No está(ba) en custodia o en prisión´, dijo Julio Velasco, director adjunto del servicio de inteligencia nacional de Venezuela, Sebin”, cuerpo de seguridad del Estado”, y quien había estado a cargo del procedimiento de inmigración.
Según la información aportada a IPYS Venezuela por Andrew Rosati, corresponsal en Caracas del mismo medio extranjero, Moody Wyss comunicó que luego de su liberación se encontraba en buen estado de salud y no había sido maltratado durante la detención.
La corresponsal de IPYS Venezuela en la región pudo conocer que el reportero se había trasladado hasta San Cristóbal, en la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela para realizar trabajos periodísticos sobre la campaña electoral para las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 8 de diciembre. Además, estaba realizando investigaciones relacionadas a las denuncias sobre desabastecimiento de alimentos en los supermercados.
Moody Wyss, de nacionalidad estadounidense, se desempeña como corresponsal de la Oficina Andina del Miami Herald, y está residenciado actualmente en Bogotá, Colombia, ciudad desde la que se trasladó hasta Venezuela.
El diario extranjero refirió que Wyss es un periodista “muy conocido y respetado” y que ha realizado diversos viajes de trabajo a Venezuela para cubrir la situación de Venezuela, desde la muerte del ex presidente de la República Hugo Chávez.
Continuamos documentando este caso e intentaremos obtener el testimonio del afectado para ofrecer más detalles sobre el incidente.
Éste es el caso número 11 de detención arbitraria que reporta IPYS Venezuela en lo que va de 2013.
Esta organización considera que las detenciones arbitrarias y los procedimientos irregulares de inmigración configuran un uso abusivo del poder estatal y son contrarios a los estándares internacionales de protección de la libertad de expresión en el país. Las instituciones del Estado están en la obligación de garantizar que la labor de los periodistas de medios nacionales y extranjeros se pueda realizar sin ningún tipo de riesgos, amenazas ni presiones.