En redes sociales circuló desde el viernes 7 de julio de 2017 una campaña de difamación en contra de medios de comunicación digitales de Guatemala, los cuales son acusados de recibir fondos de organizaciones de George Soros.
Este artículo fue publicado originalmente en cerigua.org el 10 de julio de 2017.
En redes sociales circuló desde el viernes 7 de julio de 2017 una campaña de difamación en contra de medios de comunicación digitales de Guatemala, los cuales son acusados de recibir fondos de organizaciones de George Soros con el objetivo de generar conflictos en el país relacionados a los temas de la minería y los mega proyectos de generación energética.
En un artículo divulgado en páginas de Internet y perfiles en redes sociales de supuestos medios de comunicación se acusa a Soy502, Plaza Pública (PzP), Nómada y el Centro de Medios Independientes (CMI), así como a la activista Helen Mack, el Grupo Semilla y el Centro de Acción Legal Ambiental y Social de Guatemala (CALAS), éstos últimos cuatro a los que se cataloga como «terroristas», de ser financiados por Soros mediante la organización Open Society.
El tema de la minería en Guatemala y generación de energía son focos de interés para inversores que juegan en la bolsa de valores comprando a periodistas de izquierda que no han salido de la nube del conflicto armado, señala la acusación.
La nota, firmada por Aníbal Batres López, fue compartida en las páginas de Facebook de 502max, Nación Libre Gt y Conciencia Guatemala. Esta última página fue vinculada desde el 2015 con el ex candidato a la presidencia Manuel Baldizón.
Conciencia Guatemala, el diario La Nación y el Canal NTV, los cuales supuestamente eran propiedad del Baldizón, durante el 2015 lanzaron una serie de ataques y acusaciones en contra de medios de comunicación y periodistas que criticaban al político. Después de que Baldizón perdió las elecciones de ese año, La Nación y NTV desaparecieron.
En un comunicado firmado por su gerente general, Danilo Sikahall, Soy502 rechazó las acusaciones en su contra y afirmó que el medio funciona con capital privado 100 por ciento guatemalteco, que se sostiene totalmente de publicidad comercial y no ha recibido dinero, donaciones o aportes de Open Society, George Soros u otras fundaciones o agencias de cooperación internacional.
El medio aclaró que la presidenta del consejo editorial, Dina Fernández, fue miembro de la Fundación Soros Guatemala, así como otros ciudadanos destacados del sector privado, cargo que desempeñó siempre de manera ad honorem; Fernández se desligó de la fundación desde su cierre operativo en 2011 y su disolución definitiva en 2014.
Estas acciones y campañas difamatorias son características de quienes pretenden empañar el prestigio de medios y personas; han sido utilizadas en el pasado, tienen un interés velado y un objetivo oculto, por lo que el Observatorio de los Periodistas ALERTA a las entidades nacionales e internacionales que velan por la libertad de expresión y de prensa estar atentas para evitar que esos depredadores de la libertad de expresión alcancen sus objetivos.