Los intentos para presionar e influir el trabajo de un periodista e intervenir en él son evidencia de que la censura es una realidad en Mongolia, dice un nuevo informe de Globe International. Globe encontró que algunas de las principales inquietudes para los periodistas en el país son las estrictas leyes penales de difamación y […]
Los intentos para presionar e influir el trabajo de un periodista e intervenir en él son evidencia de que la censura es una realidad en Mongolia, dice un nuevo informe de Globe International.
Globe encontró que algunas de las principales inquietudes para los periodistas en el país son las estrictas leyes penales de difamación y la presión para revelar sus fuentes, lo que lleva a una autocensura omnipresente. Los periodistas no «dirán la verdad» por temor a ser multados, llevados ante los tribunales e incluso encarcelados por su trabajo.
Así, aunque sólo se informó de 37 violaciones a la libre expresión en Mongolia el año pasado, Globe cree que el número es mucho más alto. Globe encontró que no se investigó ninguno de los ataques de los que se informó a la policía el año pasado.
«Los periodistas que difunden la verdad son acusados principalmente por funcionarios gubernamentales. Cuando los periodistas acceden a fuentes de información fiables y publican la verdad, los funcionarios los presionan demandándolos o exigiendo dinero o enormes multas», informó un periodista a Globe.
Para leer «Media Freedom Mongolia: 2007 Report» (Libertad de medios en Mongolia: informe 2007), incluyendo los detalles sobre infracciones conocidas, vea: http://tinyurl.com/44d39v
Para obtener más información, comuníquese con Globe International a: globe(@)magicnet(.)mn y visite: http://globeinter.org.mn
(8 de abril de 2008)