Una semana después de imponer la ley marcial en Filipinas para sofocar un supuesto intento de golpe de estado, la presidenta Gloria Macapagal Arroyo levantó el estado de emergencia el 3 de marzo de 2006. Aunque saludan la decisión, los miembros de IFEX expresaron inquietud de que los acontecimientos de la semana pasada hayan dejado […]
Una semana después de imponer la ley marcial en Filipinas para sofocar un supuesto intento de golpe de estado, la presidenta Gloria Macapagal Arroyo levantó el estado de emergencia el 3 de marzo de 2006. Aunque saludan la decisión, los miembros de IFEX expresaron inquietud de que los acontecimientos de la semana pasada hayan dejado la libertad de prensa en un estado más vulnerable.
Durante el estado de emergencia, la policía allanó las oficinas del «Daily Tribune», un periódico que apoya a la oposición, mientras las tropas rodeaban las oficinas en manila de as dos mayores redes de televisión, ABS-CBN y GMA-7. El periódico había estado publicando informes que criticaban la administración de Macapagal Arroyo, incluyendo noticias sobre varios oficiales del ejército descontentos y algunos izquierdistas estaban organizando un golpe de estado contra ella.
Varios otros periódicos, programas de actualidad de radio y televisión y escritores y columnistas fueron puestos bajo vigilancia, detenidos o arrestados, informó el Center for Media Freedom and Responsibility (Centro por la Libertad y Responsabilidad de los Medios, CMFR). La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (NTC) amenazó con cerrar o tomar el control de las estaciones de televisión si se negaban a obedecer las reglas gubernamentales de cobertura.
Las restricciones hicieron que el CMFR, la Southeast Asian Press Alliance (Alianza de Prensa del Sureste Asiático, SEAPA), la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ) elevaran protestas.
A pesar del levantamiento de la ley marcial, hay inquietudes de que las autoridades están renuentes a permitir a la prensa informar tan libremente como lo hace normalmente. El 3 de marzo, la NTC dio a conocer una declaración que advertía a las estaciones difusoras que no difundieran materiales que «tendieran a proponer o incitar a la traición, rebelión, sedición o plantearan una peligro inminente al Estado». El jefe de la Policía Nacional de Filipinas, Arturo Lomibao, dijo también que se emitirían directrices para los medios.
Según CMFR, Macapagal Arroyo declaró la ley marcial para sofocar una rebelión supuestamente instigada por militares rebeldes. Desde julio de 2005, Macapagal Arroyo ha estado bajo una fuerte presión para renunciar después de que los medios revelaron la existencia de cintas secretas que vinculaban a la Presidenta con un fraude electoral.
Visite estos vínculos:
– CMFR: http://ifex.org/en/content/view/full/72638/
– SEAPA: http://www.seapabkk.org/newdesign/newsdetail.php?No=456
– FIP: http://www.ifj.org/default.asp?Index=3742&Language=EN
– CPJ: http://www.cpj.org/protests/06ltrs/asia/phil27feb06pl.html
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=16573
– Documentos de contexto de Freedom House (Casa de la Libertad): http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=70&release=334
– Philippine Center for Investigative Journalism (Centro Filipino para el Periodismo de Investigación, PCIJ): http://www.pcij.org