Geoffrey Nyarota, editor en jefe del diario independiente de Zimbabwe «Daily News», obtuvo el premio Pluma Dorada de la Libertad 2002 de la Asociacion Mundial de Periodicos (WAN) . El anuncio se hizo hoy en reconocimiento a la «sobresaliente defensa de la libertad de prensa [que hace Nyarota] frente a una constante persecucion». WAN encomia […]
Geoffrey Nyarota, editor en jefe del diario independiente de Zimbabwe «Daily News», obtuvo el premio Pluma Dorada de la Libertad 2002 de la Asociacion Mundial de Periodicos (WAN) . El anuncio se hizo hoy en reconocimiento a la «sobresaliente defensa de la libertad de prensa [que hace Nyarota] frente a una constante persecucion». WAN encomia a Nyarota por editar un «periodico que se ha ganado la confianza de sus lectores al proporcionarles sin miedo la verdad acerca de la corrupcion gubernamental y el caos economico y social del país». El editor en jefe ha sido arrestado, encarcelado y amenazado de muerte por supervisar los reportajes del «Daily News'», que le han atraído la colera del Gobierno por su cobertura de la toma de las granjas propiedad de blancos por veteranos de guerra de Zimbabwe.
La concesion de la Pluma Dorada de la Libertad a Nyarota ocurre en un momento en que los periodistas independientes y extranjeros sufren una escalada de ataques y agresiones del Gobierno de Robert Mugabe. Al hablar hoy a WAN, el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, advirtio que el empeoramiento de los ataques contra la prensa podrían desembocar en una situacion de conflicto civil a menos que se garantice la libertad de prensa en las semanas previas a las elecciones presidenciales en marzo proximo. «El pueblo de Zimbabwe necesita decir que fueron unas elecciones justas. Si la mayoría del pueblo de Zimbabwe no acepta el resultado, la situacion podría empeorar y podría haber el peligro de conflicto civil» dijo Mbeki.
Mientras tanto, el 23 noviembre, el Gobierno acuso públicamente a seis periodistas extranjeros y un activista de derechos humanos sudafricano de ayudar al terrorismo, informan la Federacion Internacional de Periodistas (FIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF). Un vocero gubernamental, según el periodico «Herald», operado por el Estado, dijo que algunos corresponsales extranjeros con sede en Harare estaban practicando informes inaceptables. Según RSF, el vocero dijo que «Estos reporteros no solo estaban distorsionando los hechos; además estaban auxiliando a los terroristas. Estamos de acuerdo con el presidente Bush en que cualquiera que de alguna manera financie, proteja o defienda a los terroristas es un terrorista». Los periodistas acusados son Jan Raath de «The Times of London», Peta Thornycroft de «The Daily Telegraph», Basildon Peta de «The Independent», Andrew Meldrum de «The Guardian», Dumisani Muleya del sudafricano «Business Day» y el corresponsal de la Associated Press Angus Shaw. La séptima persona a quien se nombro es Richard Carver, un activista de derechos humanos que vive en Suráfrica. La FIP califica a las acusaciones de «histéricas y odiosas», y declaro que «vincular el periodismo legítimo con el terrorismo es absurdo, cínico y peligroso».
En medio de estas acusaciones, el Gobierno de Mugabe aprobo un Proyecto de Órden Público y Seguridad que «restringe las operacioens de los medios y el libre flujo de informacion», según el Media Institute of Southern Africa (Instituto de los Medios de Comunicacion del África Austral, MISA). El proyecto de ley constituye en ofensa «socavar la autoridad del presidente al hacer declaraciones públicas o publicar en los medios impresos y electronicos declaraciones que engendren hostilidad hacia el presidente». También penaliza a cualquiera que publique o comunique declaraciones falsas que sean «perjudiciales para el Estado», inciten al desorden y violencia públicos, o «alteren o interfieran con un servicio esencial». Además, las declaraciones falsas que «afecten la defensa y los intereses economicos del país y socaven la confianza del público en las fuerzas de seguridad» son punibles según la ley. Los convictos de esos crímenes podrán recibir penas de cárcel de hasta cinco años, multas de hasta USD 1,900, o ambas. Para obtener más informacion, vea www.misa.org, www.ifj.org y www.rsf.fr.