En la segunda Cena de los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa, organizada por Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresion (CJFE) en Toronto, Canadá, se honro a periodistas de Zimbabwe, Pakistán, México y Canadá. Mark Chavunduka y Raymond Choto de Zimbabwe, Zafaryab Ahmed de Pakistán y Jesús Barraza Zavala de México recibieron los […]
En la segunda Cena de los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa, organizada por Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresion (CJFE) en Toronto, Canadá, se honro a periodistas de Zimbabwe, Pakistán, México y Canadá. Mark Chavunduka y Raymond Choto de Zimbabwe, Zafaryab Ahmed de Pakistán y Jesús Barraza Zavala de México recibieron los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa de 1999 de CJFE. El antiguo editor canadiense del «Indo-Canadian Times», Tara Singh Hayer, quien fue muerto el 18 de noviembre de 1998, también fue honrado en la ceremonia con una placa conmemorativa. La honorable juez Louise Arbour, miembro de la Suprema Corte de Justicia de Canadá y reciente Fiscal de las Naciones Unidas para los Tribunales Criminales Internacionales para la ex Yugoslavia, fue la oradora de la noche. A la ceremonia asistieron numerosos miembros de los medios, varios cuerpos gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, corporaciones y numerosos periodistas exiliados en Canadá.
Los Premios Internacionales a la Libertad de Prensa se entregan a periodistas de todo el mundo «que hayan sufrido personal y profesionalmente por su ejercicio del periodismo y la libre expresion». Chavunduka y Choto, periodistas del «Sunday Standard», sufrieron detencion ilegal y tortura por publicar «informacion falsa» que según las autoridades de Zimbabwe podían llevar al «temor y desanimo» generales. Acusado según el Acta de Mantenimiento de la Ley y el Orden de 1960, Chavunduka se presentará nuevamente ante el tribunal el 4 de enero del 2000. Al recibir el premio, los dos periodistas declararon que aun después de todo lo que habían sufrido, no lamentaban sus acciones y seguirían luchando por la libertad de prensa en Zimbabwe.
Ahmed, un periodista de Pakistán, actualmente vive en el exilio en Estados Unidos, donde sigue escribiendo acerca de abusos contra los derechos humanos y la brecha entre ricos y pobres en Pakistán. Sigue enfrentandose a cargos de traicion y una posible pena de muerte por informar del asesinato del niño activista Iqbal Masih. Ahmed declaro que el premio también es un reconocimiento para sus colegas que habían muerto por efectuar su trabajo en Pakistán.
Barraza, editor de «Pulso», ha recibido numerosas amenazas de muerte por su trabajo acerca del tráfico de drogas y la corrupcion dentro del Gobierno mexicano. Debido a la peligrosa situacion a la que se enfrenta, no pudo viajar a Canadá para recibir el premio. Sin embargo, después de enterarse de que había sido elegido para ser homenajeado, Barraza declaro que el premio ayuda a lograr dos importantes propositos: «Uno, que los que desean asesinarme sepan que no estamos solos; y dos, que mis colegas de ‘Pulso’ compartan la alegría de saber que nuestro trabajo no es en vano».
En su discurso, la juez Arbour declaro que puede ser difícil informar la «verdad». Analizo las maneras en las cuales aquellos que detentan el poder con frecuencia pueden manipular la verdad y luego castigar a los que los contradicen. Declaro que reprueba inequívocamente «silenciar la prensa con tanques», y que todos los presentes deberían «seguir alerta» al promover la libertad de prensa en todo le mundo. Aseguro que la situacion en los Balcanes, entre otros desastres del mundo, esta «enraizada en una memoria que sufre de deficiencias incurables». La juez Arbour también rindio un tributo especial a los periodistas que han cubierto los conflictos en la antigua Yugoslavia y Rwanda, así como los periodistas con los que ha trabajado en el Tribunal.
El banquete concluyo con el anuncio de que se había cambiado de nombre al Premio Canadiense a la Libertad de Prensa del CJFE por el Premio en Memoria de Tara Singh Hayer del CJFE para recordar al periodista canadiense que fue muerto en noviembre de 1998. Hayer, el prestigioso exeditor del «Indo-Canadian Times», recibio numerosas amenazas de muerte, sobrevivio a un intento de asesinato y luego fue muerto el año pasado por su cobertura abierta de la comunidad indocanadiense. El hijo de Hayer, David, y su nuera, Isabelle, asistieron al acto y recibieron una placa conmemorativa a nombre de Hayer. Isabelle Hayer declaro que «todo el apoyo que recibimos en Canadá y el resto del mundo ha significado mucho para los que seguimos trabajando en el periodico de nuestro padre». Los Hayer señalaron que el caso de su padre demuestra que las agresiones a la libertad de prensa pueden ocurrir en Canadá y que la dedicacion de Hayer debería alentar a todos los periodistas perseguidos por su trabajo. Hayer es el primer periodista muerto por su trabajo en Canadá. Hasta ahora, no se han presentado cargos por el asesinato.