Eren Keskin ha enfrentado intentos de homicidio, encarcelamiento, hostigamiento por parte de figuras públicas y amenazas de muerte anónimas por su trabajo de defensa de los derechos de las mujeres que son objeto de violencia en Turquía.
Por más de 30 años, debido a su trabajo en defensa de los derechos de las mujeres que son objeto de violencia en Turquía, Eren Keskin ha enfrentado intentos de homicidio, encarcelamiento, hostigamiento por parte de figuras públicas y amenazas de muerte anónimas, incluyendo llamadas diciéndole: «Estamos midiendo tu ataúd».
Keskin se niega a dejarse intimidar. Ha recibido múltiples distinciones que reconocen su trabajo, entre ellas el Premio de la Paz de Aquisgrán (2004) y el Premio Theodor Haecker por el Coraje Cívico y la Integridad Política (2005). Usted puede leer más acerca de su historia en el sitio de IFEX dedicado al Día Mundial contra la Impunidad 2013.
En esta entrevista, que tuvo lugar en un evento organizado por la Iniciativa para la Libertad de Expresión – Turquía (Antenna) en la Universidad de Billgi, Estambul, durante la campaña del Día Mundial contra la Impunidad de 2013, Keskin habla de su trabajo, el futuro, y el problema de la impunidad en su país natal.
- Sara Whyatt: ¿Por qué es importante la campaña sobre la impunidad de IFEX y por qué específicamente para Turquía?
Eren Keskin: En Turquía, la impunidad es un gran problema. Hay casos de tortura, de asesinatos sin resolver y también violencia contra las mujeres. La organización para la que trabajo proporciona asistencia letrada a las mujeres que han sido acosadas sexualmente por funcionarios públicos, incluida la policía y los militares. Desde 1997, 387 mujeres han acudido a nosotros para ayudarles a obtener justicia, pero desde entonces ni un solo policía o soldado ha sido castigado. O bien ningún caso se dirige contra los autores o bien existe un lapso de tiempo entre el delito y los casos que son llevados a los tribunales que hacen que los mismos sean absueltos.
- SW: Me quedé muy sorprendida por una reciente encuesta que mostró que el 28% de los 3.500 hombres entrevistados coinciden en que la violencia puede ser utilizada para disciplinar a las mujeres. Sin embargo, el gobierno turco firmó la Declaración del Consejo de Europa sobre la Violencia contra la Mujer en 2011. ¿Ha habido cambios recientes en la política gubernamental?
EK: Un desarrollo importante es que el tema tiene más visibilidad y es más ampliamente debatido. También se han producido mejoras en la ley. Por ejemplo, la definición de violación se ha hecho más clara y se ha ampliado, así como la definición de acoso sexual. También es positivo que una mujer que informa de una violación ya no tenga que someterse a una prueba de virginidad en contra de su voluntad. Ahora bien, esto sólo puede suceder en casos limitados y están sujetos a normas estrictas.
Sin embargo, a nivel práctico, es todavía difícil informar y documentar la violencia sexual. Por ejemplo, los tribunales no aceptan los informes de médicos independientes como pruebas sino únicamente aquellos presentados por los médicos forenses contratados por el Estado.
- SW: ¿Cómo se informa de la violencia sexual en la prensa? ¿Es posible informar abiertamente sobre el tema?
EK: Hasta hace uno o dos años, la violencia contra las mujeres era sólo ligeramente tratada en los medios de comunicación. Sin embargo, ahora que la violencia masculina y el asesinato de mujeres se debaten de forma más abierta, se cubre más ampliamente y trata con sensibilidad en la prensa. De todos modos, sigue siendo insuficientemente cubierta, y eso es preocupante.
- SW: ¿Ha detectado últimamente que sus relaciones con las autoridades son cada vez más comprensivas y constructivas?
EK: Hasta cierto grado, las autoridades hablan de la boca para afuera. Desde la fundación de la República este país ha estado dominado por una mente feudal, masculina y militar. Este actual gobierno tiene una mentalidad muy orientada al género. Esta es la causa de una mujer, una causa seguida por las mujeres. Así que incluso si este gobierno dice que quiere hacer un cambio, yo realmente no tengo ninguna esperanza de eso ocurra.
- SW: En los años 90 usted enfrentó numerosas amenazas y al menos un ataque contra su vida, un ataque impactante. ¿Usted personalmente, o la gente que trabaja con usted, todavía reciben amenazas?
EK: Aunque no es comparable a lo que me enfrenté en el pasado, todavía me amenazan. Por ejemplo, recibo cartas con amenazas de personas que están en prisión. Un jefe de la policía abrió una página en Facebook con amenazas en contra de mí. Pero no es útil comparar los niveles de amenaza en el pasado con los de hoy. Aunque son menos, siguen siendo un problema.
- SW: He notado que en la actualidad hay cargos en su contra. ¿Me puede contar más sobre esto?
EK: Hay varios casos en mi contra, incluidos bajo los artículos 301 del Código Penal [insulto al Estado] y 216 [provocar el odio público]. Por ejemplo, si se escribe sobre la violación de una mujer o un niño, es considerado como un insulto para el Estado, porque cuando se acusa a un policía, que es un agente del Estado, entonces por implicación se está insultando al Estado en su conjunto.
- SW: ¿Cuántos cargos se han hecho en su contra y sobre qué período de tiempo?
EK: Más de diez, durante un período de años. Algunos están en los tribunales más altos de apelaciones. En algunos fui absuelta, pero las absoluciones fueron anuladas y están de vuelta en la corte.
- SW: El sistema jurídico turco es extraordinariamente tedioso y complejo, y muy criticado por lo injusto. Se han realizado una serie de reformas legales en los últimos años destinadas a hacer frente a este problema. ¿Cuán lejos han ido para mejorar la situación?
EK: Ha habido una mejora parcial. Por ejemplo, ya no hay personas que desaparecen durante la detención. El número de asesinatos no resueltos ha disminuido. Pero la tortura sigue delante de la misma manera que la brutalidad policial durante las manifestaciones, y siguen existiendo los asesinatos no resueltos. Así es que todavía hay violencia hoy, pero no es tan intensa como lo fue en la década de 1990.
- SW: ¿Cómo ve el futuro?
EK: Creo que no habrá mejoras significativas en el corto plazo debido a que el actual gobierno, como fue el caso de los gobiernos anteriores, no va a cruzar la línea roja en temas sensibles como el genocidio armenio, los abusos de los derechos humanos por parte del ejército, y la violencia contra las mujeres. Ellos tienen sus propias ideas sobre las soluciones a estos problemas, pero no creo que habrá mejoras significativas, por lo que, por supuesto, la lucha continúa.
- SW: ¿Qué tan importante ha sido la campaña contra la impunidad de IFEX para usted y otros en Turquía?
EK: La solidaridad nos ha protegido contra ataques. Este apoyo ha sido inmensamente importante.
«Desde 1997, 387 mujeres han acudido a nosotros para ayudarles a obtener justicia, pero desde entonces ni un solo policía o soldado ha sido castigado.»Eren Keskin