La comunidad internacional debe actuar urgentemente para ayudar a detener la persecución de los defensores de los derechos humanos en Uzbekistán, dice Human Rights Watch. En los 18 meses desde que las fuerzas de seguridad masacraron a manifestantes pacíficos en Andiján el 13 de mayo de 2005, las autoridades uzbekas desencadenaron una brutal ofensiva contra […]
La comunidad internacional debe actuar urgentemente para ayudar a detener la persecución de los defensores de los derechos humanos en Uzbekistán, dice Human Rights Watch. En los 18 meses desde que las fuerzas de seguridad masacraron a manifestantes pacíficos en Andiján el 13 de mayo de 2005, las autoridades uzbekas desencadenaron una brutal ofensiva contra la sociedad civil.
Se han presentado cargos penales contra más de dos docenas de defensores de los derechos humanos, y según el grupo de derechos humanos uzbeko Ezgulik, al menos 17 están actualmente en prisión.
Docenas de otros han tenido que huir de Uzbekistán, después de una persecución inclemente. Muchos otros han sido golpeados por atacantes desconocidos, amenazados por las autoridades locales, agredidos por turbas y puestos bajo arresto domiciliario, dice Human Rights Watch.
El Gobierno uzbeko usa métodos que van de la intimidación, las amenazas y el acoso a los ataques físicos, el encarcelamiento y la tortura. Human Rights Watch publicó un informe que retrata los defensores de los derechos humanos que actualmente están en riesgo y detalla los métodos que emplea el Gobierno uzbeko para silenciarlos.
La publicación del informe llega mientras la Unión Europea analiza si extenderá las sanciones comerciales impuestas a Uzbekistán en octubre de 2005 a consecuencia de la masacre de Andiján. Uzbekistán ha resistido los llamados por una investigación internacional y ha negado el acceso a Andiján a los vigilantes internacionales, entre ellos el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, quien solicitó acceso poco después de la masacre.
El Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ) nombró a Uzbekistán uno de los 10 países más censurados del mundo. Bajo el presidente Islam Karimov, el Gobierno «confía en la intimidación política violenta para silenciar periodistas, activistas de derechos humanos y la oposición política [y] un sistema de información informal de censura estatal para impedir que los medios nacionales informen de la extendida tortura policiaca, pobreza y una oposición islámica», dice el CPJ.
Visite estos vínculos:
– Human Rights Watch: http://www.hrw.org/campaigns/uzbekistan/portraits06/index.htm
– La masacre de Andiján: http://hrw.org/campaigns/andijan/
– CPJ: http://www.cpj.org/censored/censored_06.html
– Alertas de IFEX acerca de Uzbekistán: http://ifex.org/en/content/view/full/185/
– Informe de Freedom House (Casa de la Libertad): http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=22&year=2006&country=7086
– OSCE: http://www.osce.org/documents/rfm/2005/03/15195_en.pdf