Las agresiones contra libertad de prensa en Túnez son cada vez más serias, según Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Fédération professionnelle des journalistes du Québec (Federacion Profesional de Periodistas de Quebec, FPJQ). En el incidente más reciente el 21 de febrero, cuatro representantes de RSF fueron maltratados por la policía tunecina después de tratar […]
Las agresiones contra libertad de prensa en Túnez son cada vez más serias, según Reporteros sin Fronteras (RSF) y la Fédération professionnelle des journalistes du Québec (Federacion Profesional de Periodistas de Quebec, FPJQ). En el incidente más reciente el 21 de febrero, cuatro representantes de RSF fueron maltratados por la policía tunecina después de tratar de distribuir copias de la proscrita publicacion mensual «Kaws el Karama». Dos miembros de la delegacion, uno de ellos el secretario general Robert Ménard, fueron expulsados del país.
«Kaws el Karama» fue publicada el 26 de enero a pesar de la negativa de las autoridades a otorgar autorizacion legal. La primera edicion tenía el encabezado: «Ben Ali, trece años, ¡ya es suficiente!». RSF informa que desde entonces, el fundador, Jalel Zoghlami ha sido agredido dos veces por personas con barras de hierro que se cree son miembros de las fuerzas de seguridad del país. «Es claro que las autoridades tunecinas han dado un paso adelante en su represion, después de decidir atacar la integridad física de los periodistas», dice RSF. Zoghlami ha estado en huelga de hambre desde el primer ataque el 3 de febrero. Exige que las autoridades otorguen el reconocimiento legal a su publicacion, encuentren y castiguen a sus agresores, y pongan término a todo acoso en contra de él y su familia, y le devuelvan el pasaporte. Zoghlami es hermano del periodista Taoufik Ben Brick, quien el año pasado hizo una prolongada huelga de hambre para atraer la atencion a las violaciones a la libertad de prensa en Túnez.
RSF dice que alojará «Kaws el Karama» en su sitio Web, http://www.rsf.fr, a partir de marzo. Mientras tanto, la FPJQ deplora la erosion de la libertad de prensa en Túnez y califica a la situacion actual como «vergonzosa para todos los miembros del mundo francofono».