Las investigaciones oficiales de las muertes de periodistas en Colombia, Brasil y Bolivia se han encontrado con «tortuguismo, amenazas y otros obstáculos para resolver los crímenes y llevar a los culpables ante la justicia», declara la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Después de su propia investigacion de las muertes del brasileño Mário Eugênio Rafael de […]
Las investigaciones oficiales de las muertes de periodistas en Colombia, Brasil y Bolivia se han encontrado con «tortuguismo, amenazas y otros obstáculos para resolver los crímenes y llevar a los culpables ante la justicia», declara la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Después de su propia investigacion de las muertes del brasileño Mário Eugênio Rafael de Oliveira, la colombiana Amparo Leonor Jiménez y el boliviano Juan Carlos Encinas, la SIP encontro perturbadoras «irregularidades» en las diversas investigaciones del Gobierno, incluyendo «discrepancias y errores en el proceso judicial». También encontro que las investigaciones oficiales no siguieron pistas y con frecuencia ignoraron los testimonios de los testigos.
En el caso de Oliveira, la SIP encontro que 17 años después del asesinato del periodista, el perpetrador seguía sin ser arrestado, a pesar de haber sido declarado culpable en ausencia y habérsele impuesto una sentencia de 14 años, según la SIP. Oliveira había estado trabajando como reportero de noticias policíacas para el «Correio Braziliense» hasta su muerte. SIP señala que hubo oficiales de policía y funcionarios gubernamentales implicados en el asesinato.
Al investigar el asesinato de Jiménez, la SIP encontro que numerosos defensores de oficio, a quienes se dio la tarea de defender a la víctima del supuesto asesino de en los tribunales, habían recibido amenazas de muerte de fuentes desconocidas. Además, habían pasado más de dos años desde que se presentaron los cargos formales contra el acusado. Jiménez, a un exreportero de television que estaba implicado en iniciativas de paz en Valledupar, fue asesinado el 11 de agosto de 1998.
Los casos son parte del Proyecto Impunidad de la SIP, que efectúan investigaciones independientes de muertes de periodistas, con la intencion de presionar a las autoridades gubernamentales para que resuelvan los crímenes. El proyecto ha estado investigando los asesinatos de más de 30 periodistas cuyos asesinos permanecen en la impunidad. Para obtener más informacion, vea www.impunidad.com y www.sipiapa.com.