(FLIP/IFEX) – Lo que sigue es un informe de la FLIP: DIAGNÓSTICO DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN COLOMBIA OCTUBRE DE 2004 Las amenazas contra un medio nacional y contra un periodista en Popayán -ciudad al suroccidente del país-, el asesinato de un vendedor de prensa en la costa Atlántica y las agresiones contra varios […]
(FLIP/IFEX) – Lo que sigue es un informe de la FLIP:
DIAGNÓSTICO DE LA LIBERTAD DE PRENSA EN COLOMBIA
OCTUBRE DE 2004
Las amenazas contra un medio nacional y contra un periodista en Popayán -ciudad al suroccidente del país-, el asesinato de un vendedor de prensa en la costa Atlántica y las agresiones contra varios periodistas en Valledupar opacaron el panorama de la libertad de prensa en el mes de octubre.
La FLIP continuó con su labor de actuar como veedor de las medidas de protección que otorga el Ministerio del Interior a periodistas en riesgo. Medidas para 10 reporteros y para un medio de comunicación fueron aprobadas durante octubre. Los 11 casos habían sido presentados por la FLIP.
VIOLACIONES A LA LIBERTAD DE PRENSA
Asesinatos
El 16 de octubre, el diario El Tiempo informó sobre el asesinato de Jaime Alberto Madero Muñoz, vendedor de prensa de Santa Marta -ciudad de la costa norte colombiana- dentro de un informe que publicó relacionado con la situación del periodismo en el caribe.
Un sicario le dio muerte el pasado 20 de septiembre a las 12:30 pm cerca a la principal plaza de mercado de esa ciudad, donde todos los días vendía los periódicos locales y nacionales.
Según versiones recogidas por la FLIP, el asesinato estaría relacionado con la publicación que hizo el periódico local, El Informador, de una nota y una fotografía en la que se informaba sobre la captura de unos presuntos miembros de los paramilitares. A pocas horas de publicada la noticia el periódico se agotó. Madero Muñoz decidió sacarle fotocopias al artículo y continuó vendiendo las copias. El diario «El Tiempo» narró que un desconocido se le acercó y le dijo «deje de vender esa vaina» y se marchó. Madero Muñoz no hizo caso a la advertencia y siguió vendiendo la noticia. Minutos después fue asesinado.
Amenazas
El 2 de octubre de 2004, la Revista Semana publicó un editorial en el que informó haber recibido amenazas la semana anterior y denunció que los teléfonos celulares y privados de algunos de sus periodistas están siendo interceptados ilegalmente por organismos de seguridad del Estado.
Al parecer la publicación de fragmentos de una conversación entre los comandantes del Estado Mayor de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, es el origen de la oleada de hostigamientos recibidos. Sin embargo, se desconocen los autores de los mismos.
El 14 de octubre de 2004 el periodista Silvio Sierra Sierra, conductor de un programa de opinión en Radio Super y corresponsal del diario de Cali «El País», fue víctima de una amenaza en la ciudad de Popayán, al suroccidente de Colombia. La situación se presentó cuando, en horas de la mañana, la Policía Nacional recibió una llamada anónima a través de su número de atención inmediata en la que una persona desconocida advertía sobre un presunto plan para atentar contra el periodista.
Al enterarse sobre estos hechos, Sierra Sierra, quien lleva 28 años ejerciendo el periodismo, puso denuncia ante la Defensoría del Pueblo, la SIJIN (dependencia de la Policía Nacional) y el CTI (Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía).
Según le dijo el periodista a la FLIP, las amenazas podrían obedecer a su trabajo en el programa radial «Quéjese», que se trasmite de lunes a viernes en Radio Super. El reportero señala que en ese programa se han hecho denuncias sobre delincuentes comunes y pandillas que azotan a la comunidad de Popayán. Al parecer, estos grupos serían los autores de la amenaza.
Agresiones
El fin de semana del 31 de octubre varios periodistas de los periódicos Vanguardia Liberal y El Pilón de Valledupar, ciudad al noroccidente colombiano, vieron obstaculizada su labor de informar.
El primer hecho ocurrió el domingo 31 de octubre en horas de la mañana. Los periodistas Irina Zeledón y Raúl López, del periódico Vanguardia Liberal, y Abdel Martínez y Neptalí Castellar, del diario El Pilón, habían viajado al municipio de Bosconia -al suroccidente del César- para hacer el cubrimiento del accidente de un bus perteneciente a la compañía de transportes Expreso Brasilia. En ese bus perecieron 8 niños y dos adultos.
Según le manifestaron los cuatro periodistas a la FLIP, cuando llegaron al lugar de los hechos para tomarle fotos al bus accidentado, una persona que dijo ser el gerente de Expreso Brasilia les impidió el ingreso. La persona resultó ser uno de los abogados de la empresa de buses, Guillermo Arévalo. Éste dijo a la FLIP que sí les había solicitado a los periodistas que no entraran porque la policía lo había ordenado, pero aseguró que no les había faltado al respeto a los reporteros.
En la mañana del lunes 1º de noviembre, el reportero Abdel Martínez y el fotógrafo Medardo Avendaño del diario El Pilón fueron retenidos durante una hora por unos manifestantes mientras cubrían una protesta al noroccidente de Valledupar. En horas de la tarde, mientras cubría el mismo hecho, el fotógrafo de Vanguardia Liberal, Adamis Guerra, fue agredido físicamente por los manifestantes. Guerra señaló que llegó al lugar de los hechos a las 3 p.m. para tomar algunas fotos. Agregó que los manifestantes empezaron a pegarle y que le arrebataron la cámara. El ejército le prestó seguridad para salir de la zona, pero no recuperó su cámara.
ACCIONES PRO-LIBERTAD DE PRENSA
Una de las líneas de acción de la FLIP consiste en hacer seguimiento a las medidas de protección que otorga el Ministerio del Interior a periodistas en riesgo a través de su programa de protección. Así mismo, se presentan los casos de periodistas amenazados para que el gobierno cumpla con la obligación que tiene de garantizar el libre ejercicio del oficio brindándoles seguridad.
El 15 de octubre el Programa de Protección aprobó las siguientes medidas para 10 reporteros en riesgo:
1 subsidio de transporte
4 medios de comunicación para tener permanente contacto con las autoridades
1 chaleco antibalas
5 ayudas de reubicación temporal para los periodistas que tuvieron que salir de su región por la situación de riesgo
1 arma para los escoltas de un periodista
1 blindaje para la sede de una emisora comunitaria
En todos los casos la FLIP intervino para que las medidas fueran aprobadas y ha hecho seguimiento a las mismas. De las 13 medidas se han hecho efectivas 4 de las 5 ayudas de reubicación temporal, el subsidio de transporte y tres medios de comunicación. El chaleco antibalas, el arma para los escoltas de un periodista y el blindaje de la sede no han sido entregados a la fecha.
La demora en el otorgamiento de estas medidas es contraproducente para la seguridad de los periodistas que dependen de las mismas para ejercer su labor.