La existencia de desiertos de noticias en Venezuela es el resultado de una estrategia sistemática y estructurada que desde el Estado se ha puesto en marcha para erosionar el ecosistema mediático.
Este artículo fue publicado originalmente en ipysvenezuela.org el 25 de marzo de 2021.
La existencia de desiertos de noticias en Venezuela es el resultado de una estrategia sistemática y estructurada que desde el Estado se ha puesto en marcha para erosionar el ecosistema mediático.
Habitar en regiones del país en donde la información veraz y oportuna prevalezca, trasciende la mera presencia de medios y soportes de comunicación.
Para entender las causas del panorama que arrojó la primera fase de la investigación Atlas del Silencio: los desiertos de noticias en Venezuela, en este escrito IPYS Venezuela interpreta y profundiza en las exposiciones de especialistas de la comunicación, así como en los testimonios de periodistas y corresponsales de esta organización.
En Venezuela, el desmantelamiento del ecosistema de medios de comunicación ha sido un proceso metódico, planificado y perpetrado por el Estado. Desde el año 2002 hasta la actualidad, el país ha estado sometido a un sistema de gobierno que a través de tácticas para subordinar y reducir a la prensa, ha logrado inhibir el debate político y el pensamiento crítico en la sociedad, tras socavar la independencia, la pluralidad y la calidad de las informaciones difundidas por los medios, así como el derecho de los ciudadanos a conocer y expresarse sobre los asuntos públicos.
A esta situación además se suma el clima de hostilidad que pone en riesgo la vida y la integridad de los trabajadores de la prensa, y que incluye las acciones judiciales y de violencia ejercidas principalmente por las fuerzas policiales y militares del Estado. Estos hechos igualmente se han derivado de las órdenes de actores oficiales que erigieron una política de criminalización y acoso a las voces críticas de periodistas, medios privados e independientes, así como de activistas de DDHH y ciudadanos en general, la cual solo fomenta la desinformación, la opacidad, y el manejo de la opinión pública, deteriorando cada vez más la condición de aridez informativa que padece el país.
Este es el panorama que reveló la primera fase de la investigación Atlas del silencio: los desiertos de noticias en Venezuela, que muestra una realidad feroz: 14 millones de venezolanos viven en zonas en las cuales no hay suficiente información local. Esto quiere decir que en más de 200 municipios -de los 335 de todo el país- la cobertura de los hechos de interés público por parte de medios de comunicación como emisoras de radio, televisoras, periódicos y portales digitales es limitada o no existe.
En medio de un contexto marcado por una alta conflictividad y polarización sociopolítica, causada por la falta de independencia de los poderes públicos y la debilidad de la institucionalidad, a través de este estudio el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS Venezuela) corrobora cómo desde esta supresión progresiva de los medios y de la labor periodística se ha gestado la incomunicación, la desfiguración de la convivencia y la des-socialización, lo que ha devenido en un duro ataque a la democracia.