El presidente de Argentina ha realizado ataques en redes sociales contra el periodista Marcelo Longobardi, en un episodio que subraya la tensión entre el gobierno y los medios de comunicación.
Este artículo fue publicado originalmente en monitoreo.fopea.org el 24 de julio de 2024.
El 21 de julio, el presidente Javier Milei repostéo en la red social X un mensaje de @PregoneroL que decía: “No hay opinión donde no la pifie de manera descomunal este chanta” y reproducía el video de una entrevista que Jaime Bayly le hizo a Longobardi en la que el periodista dio su opinión sobre Donald Trump y Joe Biden.
Por otro lado, el 23 de julio (a la 1:53 am), Javier Milei retuiteó un mensaje de otra cuenta anónima que estaría vinculada con el circuito oficialista de difusión en las redes sociales, @stanleybostero, que decía: “El chanta de Longobardi el día después de la primera vuelta creía que la victoria de Massa era irreversible. Al final ganó Milei por paliza, se eliminó la pauta oficial y Longo no para de llorar y tirar mierda todos los días”. El presidente agregó: “Parece que le molesta que le digan que es un fracasado pifiador serial… Ni que hablar esos «periodistas» que hablan de recortar libertades que lo único que buscan es callarme para que puedan seguir teniendo el monopolio del micrófono… a punto de defender mentirosos y sobres”.
Luego de esto, Marcelo Longobardi repasó los adjetivos que le viene endilgando públicamente el presidente: “idiota”, “chanta”, “dinosaurio” y “ensobrado”. También reconoció que analiza iniciar una denuncia penal a raíz de esa última calificación.
No es el primer ataque que recibe Longobardi de parte de Milei. El 17 de junio, por ejemplo, lo había involucrado en un tuit desde el que defendió a un influencer español que se enfrenta al gobierno de Pedro Sánchez. “Si un funcionario de nuestro gobierno quisiera meter preso a un periodista por dar una noticia, toda la progresía local, desde Tenembaum y Longobardi hasta Novaresio y Lanata, estaría llorando dictadura. Pero no. Como es un gobierno zurdo se hacen los distraídos”.
FOPEA registra el hecho como un nuevo caso de «Discurso estigmatizante», en el que el trabajo y la credibilidad de un periodista son atacadas por el presidente de la Nación y genera además gran cantidad de ataques digitales.