Las autoridades chinas celebraron el 10 de marzo el 50º aniversario del levantamiento del Tíbet contra el dominio chino con la expulsión de extranjeros, incluyendo periodistas, de la Kangding, una región tibetana de Sichuan. La orden se produjo después de que se lanzaron dos dispositivos explosivos de fabricación casera a vehículos policíacos en la vecina […]
Las autoridades chinas celebraron el 10 de marzo el 50º aniversario del levantamiento del Tíbet contra el dominio chino con la expulsión de extranjeros, incluyendo periodistas, de la Kangding, una región tibetana de Sichuan. La orden se produjo después de que se lanzaron dos dispositivos explosivos de fabricación casera a vehículos policíacos en la vecina provincia de Qinghai.
Éste es apenas el ejemplo más reciente de cómo el acceso a los medios al Tíbet y las zonas tibetanas de China sigue estando gravemente restringido. Los miembros de IFEX Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ), Reporteros sin Fronteras (RSF) y Human Rights Watch están pidiendo a China que abra el Tíbet a los periodistas extranjeros y libere a los reporteros tibetanos encarcelados.
El acceso mejorado a los medios que se permitió en China durante las Olimpiadas no tuvo efecto en Tíbet. Una y otra vez los miembros de IFEX dieron a conocer noticias de reporteros extranjeros a los que se negó permiso para entrar en Tíbet o sólo se les permitía un viaje «supervisado», especialmente tras el aniversario del año pasado, cuando las protestas no violentas degeneraron en motines étnicos que fueron violentamente suprimidos por la policía. Según RSF, se prohibió a los extranjeros todo el acceso al Tíbet hasta el 1 de abril.
Los tibetanos que se atreven a levantar la voz o a ayudar a los extranjeros también se arriesgan a ser detenidos e interrogados por las autoridades. El Club de Corresponsales Extranjeros de China informó a RSF que «En estas condiciones es extremadamente difícil obtener información precisa, mucho menos una panorámica informada de lo que está ocurriendo en las comunidades tibetanas».
Los periodistas extranjeros que desafían las probabilidades y tratan de informar a toda costa con frecuencia se encuentran obstruidos e incluso maltratados. Al menos 14 periodistas extranjeros han sido arrestados y en muchos casos expulsados de las regiones tibetanas en semanas recientes, dice RSF. Por ejemplo, Beniamino Natale de la agencia de noticias italiana ANSA fue arrestado brevemente en la provincia de Qinghai tras visitar un monasterio. En otro incidente, se impidió a un equipo de la estación de televisión flamenca VRT ingresar al lugar de nacimiento del Dalai Lama en Qinghai.
La información y las opiniones relacionadas con la independencia tibetana se censura con atención en toda China. En los últimos días, el editor de un sitio web tibetano fue arrestado, un sitio web de cultura tibetana fue cerrado y los servicios de mensajes por teléfono celular se suspendieron en partes de la provincia de Sichuan. Se sigue interfiriendo las estaciones de radio internacionales que transmiten en idioma tibetano.
El paradero de dos periodistas tibetanos detenidos en 2008 sigue siendo desconocido, dice el CPJ. La policía detuvo al cineasta tibetano Dhondup Wangchen hace un año en los días previos al aniversario, según su compañía fílmica y parientes. Funcionarios de seguridad pública visita oficial arrestaron a Rangjung, un periodista de Seda TV y escritor, en septiembre pasado, según el Centro Tibetano por los Derechos Humanos y la Democracia, con sede en India, y Radio Asia Libre.
Al menos otros siete tibetanos han sido condenados por participar en manifestaciones y enviar ilegalmente información al exterior de China, informa RSF. Se les impusieron sentencias de cárcel que van de ocho años a cadena perpetua. A un activista, Wangdue, un ex prisionero político que ayudó a difundir la conciencia sobre el VIH en el Tíbet, se le impuso una sentencia de cadena perpetua por poner en riesgo la seguridad del Estado.
«El bloqueo de información que rodea al Tíbet es inaceptable», dijo el CPJ. «El año pasado vimos que suprimir los informes sobre lo que está ocurriendo en el Tíbet lleva sólo a malos entendidos y a un aumento de la polarización de la opinión internacional acerca de la presencia china en la región. Le corresponde al Gobierno chino abrir la región a los reporteros extranjeros».
Visite estos vínculos:
– CPJ: http://ifex.org/en/content/view/full/101403/
– Human Rights Watch: http://tinyurl.com/dyoewu
-RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=30510 y http://www.rsf.org/article.php3?id_article=30541
(11 de marzo de 2009)