En Burundi, donde el conflicto étnico de los noventa llevó al asesinato de al menos 300,000 civiles, la reconciliación es un proceso lento y prolongado. Unas cuantas valerosas estaciones de radio están trabajando para superar el legado de violencia, entre ellas Radio Publique África (RPA), informa Dangerous Assignments, la revista del Committee to Protect Journalists […]
En Burundi, donde el conflicto étnico de los noventa llevó al asesinato de al menos 300,000 civiles, la reconciliación es un proceso lento y prolongado. Unas cuantas valerosas estaciones de radio están trabajando para superar el legado de violencia, entre ellas Radio Publique África (RPA), informa Dangerous Assignments, la revista del Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ).
Apodada «La voz del pueblo», RPA tiene una plantilla de 35 empleados, la mitad de los cuales son exsoldados del Gobierno, milicianos tutsis o rebeldes hutus, escribe Aloys Niyoyita. Ahora están capacitados como periodistas y usan lápices y papel en reuniones editoriales, en lugar de las armas y balas que usaron en años anteriores para matarse entre sí.
El fundador de RPA, Alexis Sinduhije, dice que deseaba formar una combinación de periodistas de ese tipo para «humanizar las relaciones entre los grupos étnicos y poner un ejemplo de antiguos enemigos trabajando juntos para construir la paz».
RPA fue lanzada en 2001 después de que Sinduhije convenció por fin a varios donantes para proporcionar financiamiento. Muchos habían estado renuentes a apoyar a los medios de Burundi tras el genocidio de 1994 en la vecina Rwanda, durante el cual algunas estaciones de radio tuvieron un papel al incitar a la violencia contra los tutsis.
Desde que comenzó a transmitir, RPA ha beneficiado a trabajadores de asistencia rurales y a agricultores, que dicen que las provincias externas se han vuelto menos aisladas a consecuencia de las emisiones de la estación de radio. También dicen que los programas con teléfono abierto de la estación les dan una salida para «hablar sobre nuestras vidas y nuestro sufrimiento diario».
RPA ha hecho investigaciones de temas políticamente cargados, como el asesinato en noviembre de 2001 de un funcionario de la Organización Mundial de la Salud que se creía estaba vinculado con la corrupción gubernamental, señala Niyoyita. Y se ha rehusado a ceder a la presión gubernamental por su cobertura de la guerra civil.
Lea la noticia completa en el sitio web del CPJ: http://www.cpj.org
Visite estos vínculos:
– Un perfil de Alexis Sinduhije: http://www.sfcg.org/sfcg/stories/sfcg_adrien.html
– Radio Esperanza en Burundi: http://www.rnw.nl/realradio/dossiers/html/burundi-p.html
– Informe de CPJ sobre Burundi: http://www.cpj.org/attacks03/africa03/burundi.html