Entre julio y septiembre, FOPEA reportó varios incidentes contra tres periodistas de la localidad de El Soberbio por parte del funcionarios locales.
(FOPEA/IFEX) – 8 de octubre de 2010 – El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) alerta sobre graves hostigamientos a periodistas de la localidad de El Soberbio, distante a 250 km de la capital de la provincia norteña de Misiones y fronteriza con Brasil. Entre julio y septiembre de 2010, FOPEA reportó varios incidentes contra tres periodistas locales por parte del presidente del Concejo Deliberante local Juan Carlos Pereira y del diputado provincial Ari Klusener, oriundo de la localidad. Estos funcionarios se encuentran, a su vez, muy vinculados con la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM) que agrupa a los productores de la principal actividad agrícola de la zona.
Uno de los casos se relaciona con las amenazas que recibió la periodista Valentina Lovell, editora de la revista «Apta para Todo Público» (ATP), por parte de Pereira, quien además le aseguró personalmente y a otros periodistas que el Concejo Deliberante dictaría una norma que aplicaría cargas impositivas a esta publicación. Lovell agregó que varios auspiciantes privados fueron persuadidos y amenazados para no seguir pautando en ATP. Consultado por FOPEA, Pereira manifestó: «Lo que dicen los diarios me lo paso por las pelotas. En este pueblo mandamos nosotros porque así lo dice la gente que nos votó con el 70 por ciento de votos». Pereira admitió estar estudiando una reglamentación que aplique impuestos a este tipo de publicación.
Por su parte, Martín Morínigo, director de la radio local FM Guaraní, denunció que la APTM quitó una publicidad de su emisora «porque entrevistamos a un diputado que criticó a la APTM», según le manifestó verbalmente el mismo Pereira y síndico de la APTM. Morínigo reveló, además, que habitualmente recibe amenazas anónimas o directas por parte del presidente del Concejo y también del diputado Klusener (Frente Renovador), quien también es directivo de la APTM. Le critican públicamente que de aire a opositores.
Por otra parte, en la última semana de septiembre, se dejó de producir y auspiciar un espacio que tenía el gremio tabacalero en FM Guaraní y que salía al aire de lunes a viernes de 12:00 a 12:30 horas. También se interrumpió la retransmisión del espacio que conduce el periodista de Radio Tupambaé (de Posadas) Emilio Lattes los martes y jueves.
FOPEA habló telefónicamente con el diputado Klusener, quien confirmó que se le quitó la pauta de APTM a la radio de Morínigo, y así argumentó sobre los motivos: «Nosotros le pagábamos para que nos pegue, nadie paga para que le peguen, no somos estúpidos para seguir pagando para que nos peguen. El programa de APTM salía una vez por mes y en los espacios de APTM se entrevistaba a gente que criticaba a la Asociación. Usted sabe cómo es esto, los periodistas tienen que trabajar para el que les paga. Así funciona. Con plata ajena cualquiera hace lo que quiere», dijo Klusener.
Otro caso registrado por FOPEA es el de Oneide Soares, conductor del programa «La voz de agricultura familiar», emitido también por FM Guaraní. Soares se reconoce un productor muy crítico de la gestión de APTM. El 30 de julio recibió un llamado amenazante de una voz masculina que le dijo: «Vos no tenés idea de lo que estás haciendo. No te metas con Pereira. Te voy a hacer pedazos. Yo no soy Fair, yo no soy Pereira». La llamada provino de un teléfono de la sede central de APTM en la ciudad de Leandro N Alem. El periodista realizó la denuncia policial. Soares también reveló que hace más de dos meses comerciantes estaban siendo presionados para que no auspicien en su espacio ni en la radio. FOPEA intentó hablar sobre esta situación con el intendente de El Soberbio Alberto Krysvzuk pero no respondió a los llamados.
FOPEA reclama a las autoridades de El Soberbio que respeten la función social de la prensa, que cesen las persecuciones y amenazas y que la pauta oficial no sea utilizada como un sistema discrecional de premios y castigos. Los funcionarios públicos deben aceptar estar sometidos a la crítica por parte del periodismo, siempre que ésta se manifieste en un marco de responsabilidad por parte de los medios de cara a la ciudadanía. La persecución a medios y periodistas en la localidad de El Soberbio representa una grave amenaza a la libertad de expresión, uno de los pilares del funcionamiento democrático.