Informes independientes indican que el gobierno kazako emprendio una enérgica campaña contra los medios privados en el periodo previo a las elecciones del 10 de enero de 1999, informa el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI). Según el IPI, «las autoridades han visitado las oficinas de muchos medios independientes y advertido a los […]
Informes independientes indican que el gobierno kazako emprendio una enérgica campaña contra los medios privados en el periodo previo a las elecciones del 10 de enero de 1999, informa el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI). Según el IPI, «las autoridades han visitado las oficinas de muchos medios independientes y advertido a los periodistas y propietarios de los medios en contra de la cobertura a candidatos de oposicion o a publicar relatos negativos en contra del Presidente, sus políticas o su familia». IPI también se entero de que se dijo a una estacion de radio independiente que todas las notas políticas deben ser aprobadas por un «consejero» antes de pasar al aire, y que el directos de una estacion de television independiente dijo a su departamento de noticias que se consideraran parte del «equipo del Presidente».
IPI indica que «los medios independientes en Kazakstán ya están en la cuerda floja en vista de algunos aspectos poco realistas de la ‘ley de lenguaje'», que declara que una estacion debe transmitir la mitad de su programacion en ruso y la otra mitad en kazako. Pero IPI concluye que ninguna estacion, ni siguiera la television gubernamental, puede cumplir. «Los medios privados están, en consecuencia reluctantes a arriesgarse a ofender a las autoridades por medio que éstas invoquen en represalia la ley de lenguaje», comenta IPI, señalando que «la amenaza de cierra o de un caro pleito en los tribunales está teniendo un efecto escalofriante sobre la cobertura periodista legítima de campaña electoral». IPI dice que los periodistas también se enfrentan a penas de cárcel si «insultan» al Presidente o a un miembro de su familia, lo que conduce a un alto grado de autocensura.
IPI también denuncia que el gobierno kazako «tiene vínculos financieros y editoriales con muchas de las cadenas privadas de radio y television más grandes del país, así como a compañías impresoras». Por ejemplo, la hija del Presidente, Dariga Nazarbayeva, controla tres cadenas de TV y dos cadenas de radio. «Se dice que muchos otros miembros de la familia mantienen vínculos de propiedad con otras estaciones», continúa IPI, y agrega que «esos lazos implican que la cobertura neutral y crítica de las políticas de la administracion son virtualmente inexistentes, aún antes de que se tome en cuenta la interferencia estatal manifiesta».