Los Estados miembros de la Organizacion de las Naciones Unidas deberían presionar al gobierno del Consejo de Estado de Paz y Desarrollo (SPDC) en Birmania (llamada Myanmar por la dictadura) para que libere a los prisioneros políticos y levante las restricciones a la libertad de expresion, dice Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos, […]
Los Estados miembros de la Organizacion de las Naciones Unidas deberían presionar al gobierno del Consejo de Estado de Paz y Desarrollo (SPDC) en Birmania (llamada Myanmar por la dictadura) para que libere a los prisioneros políticos y levante las restricciones a la libertad de expresion, dice Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos, HRW). La Asamblea General de la Organizacion de las Naciones Unidas comenzo su «estudio anual de los derechos humanos en Birmania» a principios de este mes. En los meses anteriores, dice HRW, «más de 200 miembros de la Liga Nacional por la Democracia (LND) elegidos para el parlamento en 1990, así como cientos de organizadores locales de la LND, estudiantes, y miembros de minorías étnicas sospechosos de ser simpatizantes del NLD fueron arrestados o detenidos por actividades políticas pacíficas». Según el gobierno, 544 miembros de NLD seguían detenidos a principios de noviembre. «El SPDC dice que fue obligado a tomar medidas draconianas como arrestos en masa debido a que la NLD se embarco en una confrontacion política que podría desestabilizar al país», dice HRW, que comenta «la intencion real, sin embargo, parece ser aplastar todo signo de inconformidad, aún en momentos en que la inquietud internacional sobre Birmania está creciendo». La Union Europea, el Reino Unido, y el Banco Mundial están entre los que han sancionado recientemente a Birmania. Varios representantes de las Naciones Unidas también han pedido reformas, incluyendo el juez Rajsoomer Lallah, relator especial sobre Birmania ante la Comision de la ONU para los Derechos Humanos, y la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos Mary Robinson.
Entre las recientes violaciones a la libertad de expresion están la prohibicion de visas para periodistas extranjeros y la condena y subsecuente deportacion de 18 visitantes extranjeros acusados de distribuir «literatura subversiva» para conmemorar las demostraciones de 1988 en favor de la democracia. Mientras tanto, los medios de comunicacion del Estado siguen asumiendo el papel de vocero oficial, condenando a la LND y su dirigente Aung San Suu Kyi. Los líderes del SPDC han dejado claro que no sostendrán conversaciones con la dirigente de la oposicion.