Un año después del colapso del régimen Talibán en Afganistán, la libertad de prensa en el país arrasado por la guerra ha sido positiva en lo general, dice un nuevo informe publicado esta semana por Reporteros sin Fronteras (RSF). Las estaciones de radio independientes están surgiendo, hay por primera vez en años revistas para mujeres […]
Un año después del colapso del régimen Talibán en Afganistán, la libertad de prensa en el país arrasado por la guerra ha sido positiva en lo general, dice un nuevo informe publicado esta semana por Reporteros sin Fronteras (RSF). Las estaciones de radio independientes están surgiendo, hay por primera vez en años revistas para mujeres y tan solo la capital, Kabul, tiene 150 publicaciones.
Sin embargo, la libertad de prensa en muchas partes del país sigue siendo vulnerable, y caudillos y gobernadores provinciales controlan casi todos los medios de comunicacion locales y recurren a la fuerzan para intimidar o atacar a periodistas que critican sus actividades, advierte RSF. La organizacion termino en octubre una mision investigadora en el país para evaluar el estado de los medios.
«Las estaciones de radio y television provinciales fueron tomadas por completo por los gobernadores», dijo a RSF un instructor del Institute of War & Peace Reporting (Instituto para Informes de la Guerra y la Paz, IWPR). «El contenido es muy pobre; solo propaganda o informacion local. en realidad, es Radio Gobernador», dijo el instructor del IWPR.
El informe destaca la provincia de Badakshán, cuyo gobernador tiene control del contenido editorial de las estaciones de radio y television de la capital, Faisabad. Mientras tanto, en la ciudad occidental de Herat, la estacion de television local censura todos los informes y tomas de video, según un reciente informe de Human Rights Watch.
Los periodistas en Afganistán siguen siendo cautelosos para informar de temas considerados tabú, entre ellos el Islam, las tensiones étnicas y las atrocidades contra los derechos humanos cometidas por los caudillos, agrega RSF. A principios de octubre, un camarografo local llamado Najib fue secuestrado, golpeado y dado por muerto por haber ayudado a un reportero británico a producir un documental acerca de una masacre de soldados talibán en Mazar por fuerzas encabezadas por el caudillo Rashid Dostom.
El informe de RSF también señala como el Ejército estadounidense ha impedido a periodistas informar sobre sus actividades en Afganistán o investigar las muertes de afganos debidas a bombardeos estadounidenses.
Lea el informe completo en: www.rsf.org.»>http://www.rsf.org/article.php3?id_article=4283″>www.rsf.org.