Londres se conoce como la «capital mundial de la difamación», un sitio seguro para demandantes ricos y poderosos que están usando los tribunales para reprimir el escrutinio de sus actos, informa Índice de la Censura. Con los factores financieros determinando cada vez más si un editor elige defender a sus escritores en los tribunales ingleses, […]
Londres se conoce como la «capital mundial de la difamación», un sitio seguro para demandantes ricos y poderosos que están usando los tribunales para reprimir el escrutinio de sus actos, informa Índice de la Censura. Con los factores financieros determinando cada vez más si un editor elige defender a sus escritores en los tribunales ingleses, existen temores de que se esté lanzando una onda gélida sobre la libertad de expresión en el país.
El profesor Marcel Berlins escribe en el boletín Índice de la Censura que la leyes de difamación de Inglaterra son particularmente favorables a los demandantes, que no tienen que probar que la difamación supuestamente cometida en su contra es falsa. En lugar de eso, la carga de la prueba recae en el acusado, quien debe probar que lo afirmado era cierto. En contraste, las leyes de Estados Unidos ponen la carga de la prueba en el demandante.
Los demandantes también disfrutan los beneficios de la regla «no hay costo si no se gana», según la cual no se les exige pagar a su abogado si pierden el caso. Anteriormente, los demandantes tenían que financiar sus propios costos de iniciar una demanda de difamación y no tenían a su disposición ayuda legal financiada por el Gobierno.
Los demandantes de cualquier país pueden iniciar una acción por difamación en Inglaterra contra un libro o revista en tanto se venda ahí y tenga el potencial de dañar su reputación. Incluso si el editor pueda estar vendiendo y distribuyendo un puñado de ejemplares en el país, puede ser demandado.
Random House es una de las casas editoriales que se amedrentó recientemente a consecuencia de las leyes de difamación inglesas, señala Berlins. Se negó a publicar en el país dos libros escritos por respetados periodistas de investigación que analizaban las relaciones entre la familia Bush y la familia real de Arabia Saudita. Aunque el libro de Craig Unger «House of Bush, House of Saud» y el de Gerald Posner «While America Slept: The Failure to Prevent 9/11» se pueden encontrar en las librerías estadounidenses, no se venden en el Reino Unido. Esto no se debe a que se ponga en duda su precisión, sino a que Random House no desea gastar cientos de miles de dólares para defender a los autores del libro en los tribunales , dice Berlins.
Berlins dice que Inglaterra debería reformar sus leyes de difamación al poner la carga de la prueba en los demandantes. «Si se puede afirmar que uno ha sido difamado, la ley debería hacer que uno pruebe que los que se escribió acerca de uno es falso». Por sí solo, este cambio reduciría dramáticamente el número de demandas por difamación, dice Berlins.
Le al artículo de Berlins aquí: http://www.indexonline.org/news/20040629_britain.shtml
Diversos miembros de IFEX han estado trabajando para reformar las leyes de difamación en muchos países de todo el mundo, especialmente las leyes de injuria y difamación penal. Visite el sitio Web de IFEX para obtener más información: http://ifex.org/es/content/view/full/909/
Visite estos vínculos:
– Craig Unger encuentra un editor británico: http://www.houseofbush.com/news.php
– Material de consulta en Internet sobre leyes de difamación:
http://www.megalaw.com/top/defamation.php
– Leyes de difamación en Estados Unidos:
http://usinfo.state.gov/products/pubs/press/press08.htm
– Informe de ARTICLE 19 «Definir la difamación»:
http://www.article19.org/docimages/714.htm
– Recomendaciones de OSCE sobre leyes de difamación:
http://www.osce.org/features/show_feature.php?id=227