La libre expresión artística en Rusia está siendo cada vez más restringida, alimentada por el nacionalismo al alza, la creciente influencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la política nacional y la virtual ausencia de medios libres, advierte ARTICLE 19. En un informe recientemente publicado, «Art, Religion and Hatred: Religious Intolerance in Russia and its […]
La libre expresión artística en Rusia está siendo cada vez más restringida, alimentada por el nacionalismo al alza, la creciente influencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa en la política nacional y la virtual ausencia de medios libres, advierte ARTICLE 19.
En un informe recientemente publicado, «Art, Religion and Hatred: Religious Intolerance in Russia and its Effect on Art» (Arte, religión y odio: la intolerancia religiosa en Rusia y sus efectos en el arte», ARTICLE 19 examina cómo el abuso de las leyes locales y la incapacidad del gobierno para proteger a las víctimas de ataques e intimidación están haciendo que para los artistas sea cada vez más difícil expresar sus puntos de vista libremente. Se enfoca, en particular, en los casos del artista Oleg Yanushevski y el Museo Sajarov.
Yanushevski y su familia fueron obligados a buscar asilo en el Reino Unido en 2004 después de que él y su esposa sufrieron un acoso despiadado, su hijo fue atacado y su obra destruida. La obra de Yanushevski, que muestra bienes de consumo y figuras icónicas de la cultura popular para representar la ausencia de valores espirituales o significativos en la sociedad contemporánea, fue calificada de «blasfema» por grupos religiosos ortodoxos rusos. A pesar de las peticiones de Yanushevski, la policía se negó a investigar los ataques contra su familia.
Ludmila Vasilovskaya y Yuri Samodurov fueron condenados en marzo de 2005 por cargos de incitar al odio étnico y religioso después de montar una exposición en el Museo Sajarov llamada «Precaución, contiene religión». La exposición incluía una obra que mostraba la cara de Jesús en un logotipo rojo de Coca Cola junto a las palabras: «Esta es mi sangre». Vasilovskaya, la curadora de la exposición, y Samodurov, el director del museo, fueron multados con 100,000 rublos rusos (USD 3,700) cada uno.
Vasilovskaya y Samodurov fueron acusados según el artículo 282 del Código Penal ruso, que penaliza la incitación al odio por motivos religiosos. ARTICLE 19 dice que en el caso del Museo Sajarov hay poca o ninguna conexión entre la libre expresión y la incidencia de hostilidad religiosa. «Aunque ciertas instancias de libre expresión han sido ofensivas, nunca han incitado conflictos religiosos, ya sea en forma deliberada o accidental», argumenta el grupo.
Otros artistas y curadores se han enfrentado a ataques a su derecho a la libertad de expresión. Marat Guelman fue amenazado con persecución por los miembros de un grupo ortodoxo ruso que atacó su exposición Rusia-2 en la Bienal de Moscú en 2005. Avdei Ter-Oganian, un artista polémico que aborda temas religiosos en su obra, fue obligado a buscar refugio en la República Checa en 2002 tras recibir amenazas de muerte. Kirill Miller e Igor Bystrov sufrieron ataques físicos, que se piensa fueron causados por sus francos puntos de vista políticos y Oleg Mavromatti fue obligado a buscar asilo en Bulgaria.
Irónicamente, el artículo 282 del Código Penal se aplica rara vez en ataques contra minorías religiosas por parte de grupos ultranacionalistas, neonazis y antisemíticos, señala ARTICLE 19.
La ausencia de una prensa libre en Rusia complica los retos que enfrenta la libre expresión artística en el país. Los dos canales de televisión de difusión nacional, que son la principal fuente de información de la mayoría de los ciudadanos, están controlados por el Gobierno. Con las voces del disenso ausentes de los medios, el partido gobernante puede difundir mejor su mensaje de una sociedad rusa homogénea que necesita un estado centralizado fuerte para mantener unido el país, dice ARTICLE 19. Esto ha llevado al surgimiento de más movimientos nacionalistas extremistas en el país.
Al mismo tiempo, hay evidencia de que la Iglesia Ortodoxa Rusa está asumiendo cada vez más el papel del árbitro moral máximo. Por ejemplo, la Iglesia ha sugerido prohibir las creencias minoritarias y ha buscado suprimir las expresiones artísticas que no retratan la religión con una luz positiva.
La Iglesia también se está volviendo más influyente en el ramo político. El presidente Vladimir Putin no ha mantenido en secreto sus relaciones cercanas con la Iglesia y sus líderes. Los representantes de la Iglesia participan rutinariamente en eventos políticos, incluyendo campañas electorales y varios diputados formaron en 2004 un grupo llamado «En apoyo a los valores espirituales y éticos tradicionales de Rusia». Otro grupo llamado la Comisión Pública «Para el Renacimiento Moral de la Patria» inició una campaña para pedir medidas más estrictas para erradicar las formas del disenso. Disfruta del apoyo de la Iglesia ortodoxa y muchos miembros de la Duma rusa (Casa del Parlamento).
Lea el artículo completo de ARTICLE 19 aquí:
http://www.article19.org/pdfs/publications/russia-art-religion-and-hatred.pdf
Visite otros vínculos para obtener información sobre la censura en Rusia:
– IFEX: http://ifex.org/en/content/view/full/212/
– Centro para el Periodismo en Situaciones Extremas: http://www.cjes.ru/index-e.php
– Fundación por la Defensa de la Glasnost: http://www.gdf.ru/
– Human Rights Watch: http://hrw.org/doc?t=europe&c=russia
– Índice de la Censura: http://www.indexonline.org/en/news/articles/2005/2/russia-religious-hate-law-silences-artists.shtml
– Committee to Protect Journalists (Comité para la Protección de los Periodistas): http://www.cpj.org/attacks05/europe05/russia_05.html
– Freedom House (Casa de la Libertad): http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=22&year=2005&country=6818