En un informe publicado el 5 de enero de 1999, Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos) Declara que la coercion, amenazas y la represion de los activistas de la oposicion han caracterizado la campaña para las elecciones presidenciales en Kazakstán, que estaban programadas para celebrarse el 10 de enero de 1999. Tanto periodistas […]
En un informe publicado el 5 de enero de 1999, Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos) Declara que la coercion, amenazas y la represion de los activistas de la oposicion han caracterizado la campaña para las elecciones presidenciales en Kazakstán, que estaban programadas para celebrarse el 10 de enero de 1999. Tanto periodistas como ciudadanos comunes y corrientes han sido hostigados durate la campaña de tres meses. Holly Cartner, directora ejecutiva de la division de Europa y Asia Central de Human Rights Watch (Observador de los Derechos Humanos), señalo que «al presidente Nazarbaev le gusta presentarse ante los líderes e inversionistas occidentales como un socio digno. Pero la manera en que su gobierno ha retorcido algunos brazos en esta campaña acaba con las ilusiones sobre la clase de dirigente que Nazarbaev es en realidad».
Human Rights Watch exhorto a la Organizacion para la Seguridad y Cooperacion en Europa a posponer la apertura de su oficina en Kazakstán hasta que el gobierno derogue las leyes que castigan a los participantes en organizaciones públicas no registradas, que se han utilizado para impedir que las figuras públicas de la oposicion se presenten como candidatos a las elecciones. El gobierno en Kazakstán bloqueo a los candidatos de la oposicion con argumentos cuestionables, desbando las asociaciones públicas formadas para vigilar el voto, y uso medios legales y extralegales para cerrar de manera efectiva la mayor parte de los periodicos vinculados con la oposicion. Human Rights Watch supo de varios periodistas de agencias de noticias operadas por el estado que afirmaban haber sido advertidos en forma explícita que no enviaran notas que siquiera de lejos contuvieran críticas al presidente Nursultan Nazarbaev.