Los periodistas malayos que critican al Gobierno o apoyan la oposicion se han enfrentado a una ofensiva en contra de los medios, dicen ARTICLE 19, Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI) y Malaysiakini.com. Malaysiakini.com señala que a todos los medios no gubernamentales de Malasia se le ha aplicado el marbete «pro-oposicion». Este ataque a […]
Los periodistas malayos que critican al Gobierno o apoyan la oposicion se han enfrentado a una ofensiva en contra de los medios, dicen ARTICLE 19, Human Rights Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI) y Malaysiakini.com. Malaysiakini.com señala que a todos los medios no gubernamentales de Malasia se le ha aplicado el marbete «pro-oposicion». Este ataque a los medios fue acompañado por una ofensiva general contra la oposicion del país. En enero fueron arrestados numerosos líderes de oposicion, abogados, activistas y prominentes críticos del Gobierno, dice HRW. Según AI, el gobierno acuso a esas personas según numerosas leyes restrictivas, incluyendo la Ley de Sedicion y la Ley Oficial de Secretos (OSA). ARTICLE 19 también señala el miedo que, según la Ley de Talleres de Impresion y Publicaciones de 1984, tal vez no se renueve el permiso de numerosos periodicos .
A pesar de este ataque, los medios alternativos han crecido y se han formado grupos como Malaysiakini.com, un proyecto de medios de Internet que publica el trabajo de periodistas independientes. Según un autor de Malaysiakini.com, este grupo de medios está poniendo a prueba la promesa del gobierno de no censurar Internet. S. Jayaskankaran escribe que «Malaysiakini ilustra los desafíos planteados por Internet a un Gobierno acostumbrado a controlar el flujo de informacion al público.» En un artículo para Malaysiakini, James Wong Wing On señala que se debe ver a los medios alternativos como «independientes» en lugar de «en favor de la oposicion», y que se deber conocer que «No todas las noticias y opiniones alternativos surgen de la oposicion, ni son bienvenidas y aceptadas por os partidos de oposicion establecidos y sus dirigentes, a pesar de que las elites en el poder tratan esas mismas noticias y opiniones con hostilidad». El periodista califica que para poder ser independientes, los trabajadores de los medios deben adherirse a ciertas normas y codigos éticos periodísticos básicas.