Ocho meses después del asesinato del periodista de investigacion Carlos Cardoso, los periodistas Mozambiqueños tienen miedo de cubrir noticias delicadas, especialmente las que implican corrupcion, según el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). La organizacion llego a esta conclusion después de una reciente visita de cuatro días a la […]
Ocho meses después del asesinato del periodista de investigacion Carlos Cardoso, los periodistas Mozambiqueños tienen miedo de cubrir noticias delicadas, especialmente las que implican corrupcion, según el Committee to Protect Journalists (Comité por la Proteccion de los Periodistas, CPJ). La organizacion llego a esta conclusion después de una reciente visita de cuatro días a la capital Mozambiqueña, Maputo, durante la cual representantes del CPJ se reunieron con docenas periodistas de medios de propiedad estatal y privados así como funcionarios gubernamentales de alto nivel.
Los funcionarios gubernamentales expresaron un compromiso con la libertad de prensa, pero los periodistas presentaron una imagen diferente, dice el CPJ. Aunque no hay censura oficial, los periodistas describieron muchos episodios de autocensura. «Hay miedo de llegar a la parte más dura de las noticias», conto un periodista al CPJ. Según otro, «ciertas noticias que implican a personas en puestos elevados — pensamos que es mejor no tocarlas.» Muchos periodistas dijeron que tenían miedo de seguir las huellas de Cardoso. CPJ está decepcionado por esos hallazgos, dado que el historial de Mozambique alento las organizaciones de libertad de prensa. «El país se conoce por un ambiento en el cual los medios independientes y los patrocinados por el estado han competido libremente, sin interferencia oficial,» dice el CPJ.
Cardoso, un experimentado periodista independiente que editaba el boletín diario por fax «Metical», fue baleado y muerto el 22 de noviembre 2000, señala el CPJ. Una semana antes de su muerte, Cardoso inicio una campaña contra lo que llamo la «faccion gangster» en el gobernante Frente de Liberacion de Mozambique (FRELIMO), al cual acuso de provocar violencia política. Poco antes del asesinato de Cardoso, «Metical» había estado investigando supuestos malos manejos en el Banco de Comercio de Mozambique. CPJ pide al Gobierno de Mozambique «reafirmar públicamente su respeto por el papel de la prensa como freno a los abusos del poder» y a «hacer de la investigacion del asesinato de Cardoso una prioridad constante y seguir vigorosamente todas las líneas de investigacion, sin importar a donde puedan llevar».
Mientras tanto, el Media Institute of Southern Africa (Instituto de los Medios de Comunicacion del África Austral, MISA) informo el 22 de mayo que la Procuradoría había acusado a seis personas en el caso de Cardoso. El empresario Ayob Abdul Satar y el exbanquero Vicente Ramaya fueron acusados de ordenar el asesinato, mientras otras cuatro personas fueron acusados de llevarlo a cabo. La familia Abdul Satar y Ramaya fueron figuras clave en el supuesto fraude en el Banco de Comercio de Mozambique. [Actualiza el «Comunicado» IFEX No. 9-47.] Para obtener m%26#225;s informacion, vea www.cpj.org y www.misanet.org.