El periodista y escritor Mumia Abu-Jamal, encarcelado en los Estados Unidos desde 1981 por un asesinato que dice que no cometio, está un paso más cerca de la ejecucion después de que la Suprema Corte de Pensilvania rechazo su apelacion a finales de octubre, escribe David Lindorff, antiguo miembro de la Hong Kong Journalists Association […]
El periodista y escritor Mumia Abu-Jamal, encarcelado en los Estados Unidos desde 1981 por un asesinato que dice que no cometio, está un paso más cerca de la ejecucion después de que la Suprema Corte de Pensilvania rechazo su apelacion a finales de octubre, escribe David Lindorff, antiguo miembro de la Hong Kong Journalists Association (Asociacion de Periodistas de Hong Kong, HKJA) en un editorial que aparecio el 7 de diciembre en la revista estadounidense «The Nation» (La Nacion). Ahora solo el sistema de tribunales federales puede ofrecer un segundo juicio a Abu-Jamal, escribe Lindorff, «aunque debido a los recientes esfuerzos para apresurar las ejecuciones y reducir la supervision de los tribunales federales sobre las penas de muerte estatales, una intervencion de ese tipo es improbable». Cualquiera que haya sido la implicacion de Abu-Jamal en el asesinato del oficial Daniel Faulkner, según el editorial de «The Nation», el Estado de Pensilvania no le dio un juicio justo. Lindorff informa que, «en su sentencia, los jueces de la suprema corte conceden que los testigos cambiaron su testimonio — y aún que pueden haber sido coaccionados o presionados por la policía y la fiscalía para dar falso testimonio «, aunque esto no se considero como una base para un segundo juicio.
Lindorff continua, «Los jueces de apelaciones también ignoraron el uso por parte de la fiscalía del lenguaje incendiario escrito por Abu-Jamal una década antes cuando era un joven miembro de la Panteras Negras. Aquellos de nosotros — especialmente los escritores — que fuimos menos moderados en nuestro lenguaje como adolescentes o jovenes de lo que somos ahora consideramos atemorizante este uso de viejos escritos para convencer a los jurados para ejecutar a un hombre». Si un juez federal accede a examinar el caso y el veredicto está en contra de Abu-Jamal, podría ser ejecutado de 30 a 45 días si se le niega una apelacion. «La presion pública, nacional e internacional, es importante debido a al menos hará que el juez federal se lo piense dos veces antes de dar un tratamiento displicente al caso», dice el abogado de la defensa de Abu-Jama, Dan Williams en el editorial de «The Nation».