Silvia Ardón fue agredida por la policía nacional mientras intentaba obtener los datos personales de los manifestantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras.
(C-Libre/IFEX) – Tegucigalpa, Honduras, 5 de mayo de 2011 – Silvia Ardón, periodista de Radio Uno, fue agredida por la policía nacional mientras intentaba obtener los datos personales de los manifestantes del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), detenidos en la primera estación policial ubicada en el barrio El Centro de la Ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés al norte del país.
El COPINH y el Frente Nacional de Resistencia (FNRP) protestaban contra el proyecto empresarial «Honduras Abierta a los Negocios», cuando fueron reprimidos brutalmente con bombas lacrimógenas y toletes, aseguró a C-Libre la comunicadora.
Varios de los manifestantes fueron capturados y llevados a la primera estación policial, a «donde yo y otros reporteros, entre ellos Uriel Rodríguez y Noel Flores de Globo TV, nos apersonamos para conseguir los datos personales de los detenidos y poder informar del hecho, pero cuando íbamos entrando fuimos repelidos a empujones por los policías que allí se encontraban, y no nos permitieron hacer nuestro trabajo periodístico, porque cerraron la puerta», narró la afectada.
Según el «Balance Libertad de Expresión 2011», elaborado por C-Libre, en los primeros cuatro meses del año la represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado hacia periodistas y comunicadores comunitarios en el país, se ha incrementado considerablemente. Hasta la fecha se tienen registradas 38 violaciones a la libertad expresión, que representan el 75 por ciento de los casos reportados el año pasado.
De continuar las protestas de los sectores populares contra el sistema de injusticias que impera en el país, se percibe que los periodistas, en el ejercicio de su labor, seguirán siendo blanco de los ataques inhumanos de la policía, por lo que se insta al presidente Porfirio Lobo Sosa a instruir a quien corresponda, el cese inmediato de tales hostigamientos injustificados.