Una sentencia por el almacenamiento de armas prohibidas devela que una arma modelo Jericho, propiedad de la Policía Nacional que se encuentra, como prueba de convicción, en poder del Ministerio Publico está relacionada con el asesinato del periodista Ángel Alfredo Villatoro en 2012.
La sentencia por el almacenamiento de armas prohibidas establecida en el expediente del Tribunal de Sentencias de Tegucigalpa, TS/JN 3-10-2012, devela que una arma modelo Jericho, propiedad de la Policía Nacional que se encuentra, como prueba de convicción, en poder del Ministerio Publico está relacionada con el asesinato del periodista Ángel Alfredo Villatoro.
El expediente en mención corresponde al juicio por «almacenamiento de armas prohibidas, almacenamiento de armas comerciales y atentado» contra Osman Fernando Osorio Arguijo, Edgar Francisco Osorio Arguijo y Marvin Alonso Gómez, también considerados responsables del secuestro y posterior asesinato de Villatoro.
Dicho expediente contempla en una de sus parte que «al poner a la vista del perito las armas que constituyen la evidencia en el presente caso, ratificó que son las mismas que él perició, aclarando que únicamente faltó que le pusieran a la vista la modelo Jericho, en razón de encontrarse en poder del Ministerio Público para investigación por estar vinculada a la comisión de otro hecho delitivo». Ese otro hecho delictivo, es el asesinato de Villatoro.
Entre las seis armas decomisadas a los supuestos asesinos del periodista Villatoro, se encontraron tres, propiedad de la Policía Nacional.
Las armas que pertenecen a la Policía Nacional de Honduras son: un fusil, Marca IMI/SAR, un sub fusil IMI/Micro Galil, no registrada pero propiedad de la Policía Nacional y una pistola marca IWI, modelo Jericho 041, calibre 9 milímetros.
Al Tribunal de Sentencias le llamó la atención que el arma Jericho -con la que supuestamente asesinaron a Villatoro- y el fusil Galil presentaban borradas sus series.
Eso quiere decir, estimaron los jueces, «que los imputados pretendieron esconder la procedencia de dichas armas de fuego, precisamente por su conocimiento acerca de la ilicitud de su tenencia, independientemente que ellos hayan sido los autores materiales o no de la borradura de las series, pero, su intencionalidad era la tenencia para su utilización y además el ocultamiento de la procedencia de las mismas, que finalmente se determinó que pertenecían a la Policía Nacional, con el dictamen de Marcas y Patrones».
El cuerpo sin vida del periodista fue encontrado el martes 15 de mayo del 2012, (siete días después de su secuestro), en una colonia al sur de la ciudad capital, el cadáver de Villatoro estaba atado de pies y manos, vestido con indumentaria similar a la que usa el escuadrón policial «Cobra», calcetines rojos, un pañuelo rojo que vendaba sus ojos y dos impactos de bala en el cráneo, así como golpes en el rostro.
Fuentes de C-Libre informaron el año pasado que la Policía Nacional le había suspendido, al Periodista Villatoro, la «escolta de seguridad policial» unos días antes de su secuestro y que en cierta ocasión un guardia de seguridad privada de un centro comercial cercano a HRN, le comentó que unos individuos le daban persecución en motocicletas, dicha información no trascendió en los medios de comunicación.