El periodista Luis Zabala Farell afirmó que la querella en su contra es una venganza contra las denuncias por corrupción que hizo desde su radio contra funcionarios de la alcaldía de Minero.
(ANP/IFEX) – 31 de marzo de 2011 – El periodista Luis Zabala Farell, con prisión preventiva desde el 17 de enero de 2011, denunció ser víctima de retardación de justicia en el juicio que le sigue el Ministerio Público por la supuesta comisión de cuatro delitos, entre los que se encuentra incitación a la violencia a través de su radioemisora, durante los disturbios en la localidad de Minero, en el departamento boliviano de Santa Cruz, registrados el 6 de enero.
El 6 de enero en Minero, a 90 km de Santa Cruz de la Sierra, una turba atacó el puesto policial del pueblo, quemó los muebles, destrozó dos motocicletas patrulleras y se llevó un par de vehículos particulares que estaban bajo custodia porque los conductores habían incurrido en infracciones de tránsito.
El radialista fue señalado por el jefe policial de Minero, Jerson La Fuente, de haber instigado desde su radio a los vándalos. Zabala Farell rechazó la acusación cuando se presentó voluntariamente ante los investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen. El 17 de enero el juez de instrucción Ángel Sánchez ordenó la detención preventiva de Zabala y otros tres imputados, por considerar que existía riesgo de fuga. El radialista está acusado además de tentativa de homicidio, asociación delictuosa y robo agravado.
La Asociación Nacional de la Prensa (ANP) recordó que cualquier supuesto delito de prensa debe ser dirimido en el marco de la Ley de Imprenta y no en la justicia ordinaria. Así mismo, señaló que en este, como en otros casos, no se respeta el principio jurídico universal de presunción de inocencia.
Para el 21 de marzo estaba programada la audiencia para definir la situación jurídica del periodista, pero fue suspendida porque la parte acusadora recusó al juez Sánchez al asegurar que emitió opiniones públicas sobre el caso.
Zabala Farell dijo que los demandantes pretenden prologar su estadía en la prisión para impedirle que cumpla su trabajo y afirmó que la querella es una venganza contra las denuncias por corrupción que hizo desde su radio contra funcionarios de la alcaldía de Minero. «Los testigos en mi contra son trabajadores municipales», afirmó el comunicador, que lleva dos meses y medio en una celda.