Los periodistas cubrían una manifestación entre el público y un grupo de manifestantes que protestaban por la puesta en marcha del nuevo sistema de transportación.
(FLIP/IFEX) – El 3 de marzo de 2010, cuatro periodistas que cubrían las manifestaciones públicas llevadas a cabo en la ciudad de Manizales (Caldas), al centro del país, fueron agredidos y uno más fue obstaculizado en su labor informativa por parte de agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD).
Los hechos ocurrieron en el marco de los desmanes que se presentaron entre la fuerza pública y un grupo de manifestantes que protestaban por la puesta en marcha del nuevo sistema de Transporte Integrado de Manizales (TIM).
En un primer hecho, Édison Sánchez, reportero gráfico del diario «Q’ Hubo», fue empujado por varios agentes del ESMAD, quienes se molestaron luego de que el fotógrafo captara unas imágenes de los universitarios que iniciaron los disturbios. Sánchez manifestó a la FLIP que resultó herido en su brazo derecho. Además, otro fotógrafo – que no fue posible identificar – presenció el hecho y, al hacerles el reclamo a los policías, también fue atacado y le golpearon sus piernas con un bolillo. Sánchez aseguró que interpondrá la correspondiente denuncia por estos hechos.
En otro punto de la protesta, Michael Kratz y Héctor Montes, periodista y camarógrafo respectivamente del canal local de televisión Telecafé, también fueron agredidos por miembros del ESMAD. Según lo narraron los reporteros, la agresión se debió a que ellos con su cámara registraron el momento en que varios agentes agredían a una mujer y a varios menores de edad. Cuando los uniformados se percataron que habían sido grabados, golpearon a los periodistas en el rostro y otras partes del cuerpo, les arrojaron al suelo sus equipos y los fotografiaron. Kratz añadió que «nos tocó llamar a compañeros periodistas para que pudiéramos salir de una casa en donde entramos (para refugiarse de los agentes), pues ya tenían dispuesto camión para llevarnos».
En otro caso, María Elena Monroy, reportera gráfica del diario «La Patria», fue obstaculizada en su trabajo cuando agentes del ESMAD impidieron con sus escudos que registrara las imágenes del momento en que era arrestado uno de los manifestantes.
En diálogo con la FLIP, el comandante de la Policía del departamento de Caldas, Coronel John Jaime Ospina, comentó que no tuvo conocimiento de los casos manifestados por los periodistas. No obstante, señaló que «si eso ocurrió, no es nuestra política, ni es la instrucción que se da a los policías». Así mismo, el coronel Ospina dijo que sugería a los periodistas afectados poner la denuncia por estos hechos ante la Procuraduría, Personería, o la sede de la Policía para que se adelante la correspondiente investigación disciplinaria y se sancione a los agentes responsables.
FLIP manifiesta su preocupación y rechazo por estos hechos ya que la agresión física a periodistas en el ejercicio de su labor constituye una violación a la libertad de prensa. Estas agresiones adquieren mayor gravedad cuando provienen de agentes del estado.
Es importante que la fuerza pública y la sociedad civil entiendan que el papel de la prensa en medio de manifestaciones y problemas de orden público es el de informar a la ciudadanía de lo que sucede para que ésta pueda tomar precauciones. La FLIP hace un llamado a la Procuraduría General de la Nación y la Policía Nacional para que investigue disciplinariamente a los uniformados que incurrieron en estas agresiones.