Si las acciones anteriores del presidente de Togo, Gnassingbé Eyadéma, son un signo, las recientes reformas democráticas dirigidas a renovar los lazos de ayuda con la Unión Europea (UE) se deberán considerar con escepticismo. Tal es la posición de muchos periodistas independientes, que dicen que la UE debe jugar un papel de organismo de vigilancia […]
Si las acciones anteriores del presidente de Togo, Gnassingbé Eyadéma, son un signo, las recientes reformas democráticas dirigidas a renovar los lazos de ayuda con la Unión Europea (UE) se deberán considerar con escepticismo. Tal es la posición de muchos periodistas independientes, que dicen que la UE debe jugar un papel de organismo de vigilancia si es que las condiciones de la libertad de prensa en el país van a mejorar, según un nuevo informe del Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ).
En «Promesas y la prensa», muchos periodistas entrevistados por CPJ expresaron dudas acerca del compromiso de Eyadéma con la reforma. Tras 37 años en el poder, el presidente rompió su promesa de no tomar parte en las elecciones y ganó las elecciones en junio de 2003. Sus políticas autoritarias llevaron a la UE a suspender la ayuda a Togo en 1993.
Los periodistas dicen que los próximos dos años, durante los cuales la UE se comprometió a vigilar el avance de Togo en derechos humanos a cambio de renovar la ayuda, son una enorme oportunidad. Pero advierte que a menos que la UE mantenga contactos cercanos con los periodistas independientes locales, la libertad de prensa podría decaer una vez más.
Lea el informe completo en: http://www.cpj.org/Briefings/2004/Togo_oct_04/Togo_oct_04.html