El 25 de marzo, más de 30 periodistas de Belarús y extranjeros fueron arrestados por la policía antimotines en una manifestacion organizada por la oposicion en Minsk, dicen la Federacion Internacional de Periodistas (FIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF) con base en informes de la Asociacion Belarusa de Periodistas (BAZh). La manifestacion conmemoraba el 82 […]
El 25 de marzo, más de 30 periodistas de Belarús y extranjeros fueron arrestados por la policía
antimotines en una manifestacion organizada por la oposicion en Minsk, dicen la Federacion
Internacional de Periodistas (FIP) y Reporteros sin Fronteras (RSF) con base en informes de la
Asociacion Belarusa de Periodistas (BAZh). La manifestacion conmemoraba el 82 aniversario de
la República Nacional Belarusa en Minsk. Según la BAZh, la policía destruyo equipo y expuso
película de periodistas, impidiendo que informaran del acto. La policía también registro
ilegalmente a los periodistas, les prohibio comunicarse con sus oficinas y familias mientras estaban
detenidos y no dio explicacion de los arrestos. Los periodistas acreditados de las estaciones de
TV rusas fueron tratados con especial brutalidad, informa BAZh. También se detuvo a 200
manifestantes, incluyendo tres observadores parlamentarios polacos y un representante de la
OSCE.
El 27 de marzo, Viktor Ivashkevich, vicepresidente del Congreso Belaruso de Sindicatos
Democráticos, se presento a juicio por su papel en la manifestacion, informa la International
League for Human Rights (Liga Internacional por los Derechos Humanos, ILHR). Él y otros
organizadores, como Anatoly Lebedko, fueron arrestados antes de que la demostracion tuviera
lugar el 25 de marzo. Mientras estaban detenidos, los organizadores fueron golpeados y
mantenidos en una celda atestada. El juicio de Ivashkevich se pospuso hasta el 30 de marzo y
Lebedko espera un juicio programado para el 4 de abril.
Aunque muchos de los periodistas fueron liberados en unas cuantas horas, algunos «fueron
llevados fuera de los límites de la ciudad de Minsk» y abandonados ahí, dice BAZh. Las acciones
de las autoridades belarusas violan la ley «de prensa y otros medios masivos de comunicacion»,
que establece que «el periodista tiene el derecho de estar presente durante actos de la naturaleza,
desastres y catástrofes, operaciones militares, en las áreas donde se decrete estado de emergencia,
durante reuniones y manifestaciones y otros acontecimientos importantes para el público y de
transmitir informacion acerca de ellos».
Solo unos cuantos días antes de la manifestacion, Amnistía Internacional (AI) exigio que los
grupos de oposicion de Belarús «no fueran objeto de maltratos ni detencion durante la marcha
pacífica del Día de la Libertad el 25 de marzo en Minsk,» dice la ILHR. Además, AI declaro que
«consideraría a cualquier manifestante que fuera detenido por su protesta pacífica como prisionero
de consciencia». En contraste, la Marcha de la Libertad II de Belarús, que se celebro el 15 de
marzo, fue marcada como un día excepcional. AI dice que «fue la primera manifestacion a gran
escala en la historia reciente en Belarús durante la cual no se informo de arrestos ni maltrato por
parte de la policía». Esta ola de arrestos también ocurre al acercarse las elecciones en Belarús.
Solo dos días antes de los arrestos, el Grupo de Trabajo Especial para Belarús de la Asamblea
Parlamentaria de la OSCE exhorto al gobierno a «continuar los esfuerzos para crear un sistema
político democrático e incluyente». La OSCE también agrego que junto con otras organizaciones
internacionales está «deseando auxiliar en el proceso de democratizacion en Belarús, pero es
responsabilidad del Gobierno hacer significativo este proceso».