Las leyes antiterrorismo de Canadá, aprobadas poco después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, recibieron la semana pasada fuertes críticas de los miembros de IFEX tras de que la policía federal allanó la casa y oficina de la reportera del «Ottawa Citizen» Julie O’Neill buscando las fuentes confidenciales de la periodista. […]
Las leyes antiterrorismo de Canadá, aprobadas poco después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, recibieron la semana pasada fuertes críticas de los miembros de IFEX tras de que la policía federal allanó la casa y oficina de la reportera del «Ottawa Citizen» Julie O’Neill buscando las fuentes confidenciales de la periodista.
El 21 de enero, diez oficiales de la Real Policía Montada Canadiense (RPMC) que portaban una orden de cateo, allanaron la casa de O’Neill en Ottawa y confiscaron su tarjetero, archivos de computadoras y libros de direcciones, informó Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión (CJFE). La policía registró también y rodeó con cinta de seguridad su escritorio en el «Ottawa Citizen».
La orden de cateo fue obtenida bajo la Ley de Seguridad de Información, que fue aprobada poco después del 11 de septiembre. Según la ley, cualquier persona que porte información referente a la investigación de un acto terrorista puede ser obligada a revelarla ante un juez. O’Neill puede enfrentarse a cargos penales.
CJFE condenó la acción junto con PEN Canadá, el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI), Reporteros sin Fronteras (RSF) y el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ).
La RPMC estaba intentando identificar una fuente anónima en un artículo de noviembre de 2003 que O’Neill escribió con respecto al caso de Mahar Arar, un canadiense que fue deportado a Siria en 2002 y supuestamente torturado mientras estaba bajo custodia en Siria, informa CJFE. En el artículo de O’Neill, la fuente dijo que la RPMC había filtrado información a los medios que acusaba a Arar de tener vínculos con al-Queda. Arar había dicho que estaba dispuesto a confesar cualquier cosa bajo tortura.
CJFE dice que la acciones de la RPMC constituyen una amenaza a la libre expresión en Canadá y envían un peligroso mensaje a los periodistas en Canadá, «que los periodistas que usan fuentes confidenciales para informar sobre la RPMC se arriesgan a recibir el mismo tratamiento».
CJFE ha estado advirtiendo del potencial de la Ley de Seguridad de la Información para poner en peligro la libertad de prensa desde que se aprobó en 2001. En un analista detallado de la ley, señaló que podría llevar a procesar a un periodista o incluso a cualquier canadiense que reciba y difunda información cuya publicación sea claramente de interés público».
Lea el informe de CJFE: http://www.cjfe.org/releases/2001/anti-terrorismbrief.html
Visite estos vínculos:
– IFEX: http://ifex.org/en/content/view/full/95/
– Material de consulta en línea sobre leyes antiterrorismo: http://ifex.org/en/content/view/full/234/
– CBC acerca de la policía, secretos de estado y los medios: http://www.cbc.ca/news/background/arar/policestatesecretsmedia.html
(Imagen: CBC)