Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión (CJFE) y otras organizaciones de medios están preocupadas por una táctica de la policía secreta que pone en escena oficiales que se hacen pasar por periodistas. La semana pasada, los informes locales en Canadá revelaron que un policía de Ontario se había hecho pasar como reportero para acercarse […]
Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión (CJFE) y otras organizaciones de medios están preocupadas por una táctica de la policía secreta que pone en escena oficiales que se hacen pasar por periodistas.
La semana pasada, los informes locales en Canadá revelaron que un policía de Ontario se había hecho pasar como reportero para acercarse a los indios mohawk que habían bloqueado una autopsta como una Día de Protesta Aborigen en 2007.
En un testimonio prestado bajo juramento como parte del juicio del manifestante mohawk Shawn Brant, el policía, Steve Martell, dijo que no había directrices reales para los policías secretos respecto a los papeles que pueden o no pueden representar.
CJFE dice que la práctica de hacerse pasar por periodistas es «poco limpia». No sólo amenaza la seguridad de periodistas y su capacidad de hacer su trabajo; también erosiona la libertad de prensa en Canadá: hace más difícil para los periodistas reunirse e informar las noticias y pone en riesgo la posición de los medios como una parte independiente, dice el CJFE.
Como lo indicó Mary Agnes Welch de la Asociación Canadiense de Periodistas (CAJ), «Si alguien en una protesta contra la globalización, una reunión de una banda o un motón de hockey ve a la mujer con un cuaderno de notas y se pregunta si ese periodista es en realidad un policía, nunca volverán a hablar con un reportero.
«Eso inhibe el acceso a la información que el público necesita para comprender los matices y la profundidad de un problema, el equilibro vital que catapulta una historia más allá de lo que dice el mundo oficial en conferencias de prensa bien ensayadas».
Ésta no es la primera vez que la policía ha usado esta táctica. Un día antes de que un francotirador de la Policía Provincial de Ontario mató al activista de los derechos de los indios Dudley George en el Parque Provincial de Ipperwash en 1995, los oficiales de la OPP fueron captados en video cuando fingían trabajar para una empresa de medios ficticia. El CJFE señala que cuando la cinta se dio a conocer en el año 2004, la OPP prometió «volver a examinar» la táctica.
La CAJ recuerda un incidente del año pasado en el cual un policía de Vancouver se hizo pasar por reportero de un diario gratuito para atraer al manifestante contra la pobreza David Cunningham a una reunión, en la que fue arrestado. Dos años antes, elementos de la RCMP se hicieron pasar por un equipo de documentales de la Canadian Broadcasting Corporation (CBC) para rastrear, entrevistar y luego arrestar al convicto prófugo John Bjornstrom. «Y esos son los casos de los que sabemos» dice Welch.
La práctica tampoco se limita a las fronteras canadienses. La semana pasada, el ministro de Defensa de Colombia reconoció que un soldado del ejército colombiano se hizo pasar por un camarógrafo de la estación de televisión internacional Telesur durante la reciente operación de rescate de 15 personas secuestradas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Pero también dijo que el uso del logo de Telesur fue «un detalle insignificante dada la magnitud de los resultados».
El miembro de IFEX en Colombia, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), dijo que la suplantación de identidad agrava la de por sí vulnerable posición de los periodistas en Colombia e implica una negativa a reconocer que, en los conflictos armados, los periodistas tienen el estado de civiles. La suplantación «estigmatiza el papel de la prensa en la cobertura del conflicto armado y en particular pone en peligro a los periodistas de la estación internacional de televisión Telesur».
En Canadá, la policía ni siquiera puede aducir que suplantar a un reportero era la única manera de salvar una vida, dice la CAJ. «equivale a un poco más que pereza e intentos torpes de aprovechar la confianza que la gente pone en los periodistas en lugar de hacer un trabajo policíaco básico».
CJFE, así como la CAJ y la CBC, pidió al ministro responsable de la policía de Ontario que intervenga y dé instrucciones a la fuerza de poner fin a la práctica. «Es claro que hay suficientes recursos policíacos y procedimientos de investigación comprobados disponibles que hacen que no se tengan que usar el engaño y las prácticas poco limpias como éstas» dice CJFE.
Visite estos vínculos:
– CJFE: http://tinyurl.com/5b6rds
– FLIP: http://ifex.org/en/content/view/full/95704/
– CAJ a través de J-Source.ca: http://tinyurl.com/6s9fvy
(30 de julio de 2008)