Aunque la Comision de Derechos Humanos de Sudáfrica levanto los citatorios enviados a más de 40 editores en febrero por racismo, la cuestion sigue siendo motivo de disputa para muchos. La Comision cito a esos editores después de una investigacion de un año acerca del racismo en los medios, provocada por la Asociacion de Abogados […]
Aunque la Comision de Derechos Humanos de Sudáfrica levanto los citatorios enviados a más de 40 editores en febrero por racismo, la cuestion sigue siendo motivo de disputa para muchos. La Comision cito a esos editores después de una investigacion de un año acerca del racismo en los medios, provocada por la Asociacion de Abogados Negros en el sentido que numerosos periodicos habían atacado a profesionales negros «de manera injusta», «al escribir acerca de la corrupcion», informa el boletín «CPU News» (Abril 2000) del Commonwealth Press Union (Sindicato de Prensa de la Comunidad Británica de Naciones, CPU). Aunque los editores podrían haberse enfrentado a seis meses de cárcel por haber hecho caso omiso de los citatorios, muchos editores declararon que no habían asistido a las audiencias debido a que las acciones de la Comision «atentaban en contra de las garantías constitucionales de la libertad de expresion». Grupos como ARTICLE 19 y la Asociacion Mundial de Periodicos (WAN) también criticaron los citatorios, y declararon que aunque el racismo blanco existe en los medios sudafricanos, las medidas adoptadas por la Comision establecieron un precedente dañino para la prensa libre y contravienen «la garantía de libertad de expresion según las leyes internacionales y constitucionales». La Comision aún quisiera que cinco editores negros y tres blancos participaran voluntariamente en el proceso, sin embargo, según «CPU News», la «táctica» original de la Comision daño el apoyo del público para su trabajo.
En su artículo «The Race Card» (La tarjeta racial) en «Index on Censorship» (Boletín Índice de la censura, Vol. 29, febrero del 2000), Njabulo Ndebele insiste en que las acciones de la comision no restringen la libertad de prensa. Escribe que «la libertad de prensa no está amenazada actualmente en Sudáfrica. Lo que se está atacando es la clase de racismo que aparece en las columnas del ‘Mail and Guardian'». El editor del «Mail and Guardian», quien fue uno de los citados por la comision, proclamo en defensa de su periodico que los medios se reservan «el derecho de equivocarse». Sin embargo, dada la historia de apartheid del país, Ndebele afirma que hay una gran necesidad de que la prensa demuestre su «derecho a equivocarse» mediante «un historial consistente de integridad en sus informes, comentarios y análisis. Sin ese historial, el ‘derecho a equivocarse’ se vuelve el derecho a desinformar, difamar, escandalizar y explotar mediante las insinuaciones maliciosas, todo en el nombre del ‘libre flujo de la crítica y el debate’…. El ‘derecho a equivocarse’ está fuera de control». Ndebele cita el ejemplo de un artículo del «Mail and Guardian», que «desinformo» al público acerca de una figura del movimiento negro, pero se rehuso a corregir el error. Ndebele señala la distincion entre un «acto de crítica [de los medios], al que no se ataca», y su «contenido de crítica», que según argumenta, se puede disputar legítimamente. Ndebele también investiga por qué la prensa se reserva el derecho de criticar al gobierno, pero no puede ser objeto de crítica. El «Mail and Guardian» declino publicar el artículo de Ndebele. [Actualiza el «Comunicado» IFEX No. 9-8.]»>http://communique.ifex.org/articles_espanol.cfm?category=1%20Noticias%20Regionales&volume=9&issue_no=8%26amp;lng=espanol#1594″>»Comunicado» IFEX No. 9-8.]