La empobrecida región del nordeste brasileño, donde la radio es el medio noticioso más popular, se conoce como una de las zonas más peligrosas para los periodistas en las Américas, con cinco periodistas muertos desde 2000, dice el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ). Una de las razones del […]
La empobrecida región del nordeste brasileño, donde la radio es el medio noticioso más popular, se conoce como una de las zonas más peligrosas para los periodistas en las Américas, con cinco periodistas muertos desde 2000, dice el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ).
Una de las razones del alarmante número de muertes es la proliferación de estaciones de radio bajo propiedad o control político que han fomentado en el espectro radial un tipo de comentario partidista y orientado a los ataques. El CPJ investigó el crecimiento de este sector de radio durante una misión investigadora enviada a la región en septiembre de 2006.
Esta misión encontró que en todo el interior del nordeste, «los comentaristas de radio están normalmente implicados en la política y hacen campaña con ardor a favor de los aliados, atacan con furia a sus enemigos y usan el espectro radial como un trampolín para sus propias aspiraciones políticas».
Muchos de esos periodistas son autodidactas. Muy pocos se consideran independientes. Las acusaciones de aventuras extramaritales y delitos se lanzan sin restricción ni atención a los hechos. «El periodismo en el interior lo hacen básicamente los presentadores de radio», dice Nonato Lima, un maestro de periodismo en la Universidad Federal de Ceará. «El presentador de radio produce, escribe, investiga; hace todo».
Los nuevos presentadores de radio normalmente obtienen un certificado en periodismo después de un curso de cuatro meses de clases y tres meses de internado. «Su periodismo se basa en la opinión, es muy partidista y político», dice Lima. Los presentadores de radio buscan alianzas con políticos que les brindan ingresos y protección.
Sin importar los poco profesionales que puedan ser esos comentaristas y el sesgo político que puedan tener, se han vuelto muy populares entre los pobres y dan voz a sus inquietudes cotidianas e intervienen directamente para brindar asistencia en ausencia de un apoyo gubernamental , señala el CPJ.
Lea el informe completo en:
http://www.cpj.org/Briefings/2006/DA_fall_06/brazil_mission/brazil_mission.html
Visite estos vínculos:
– Freedom House: http://www.freedomhouse.org/template.cfm?page=251&year=2006
– International Press Institute: http://tinyurl.com/yyu88g
– Rede em Defesa da Liberdade de Imprensa: http://www.liberdadedeimprensa.org.br/
– ABRAJI: http://www.abraji.org.br