El reconocimiento facial no nos protege, nos vulnera. Derechos Digitales lanza sitio web con informaciones sobre el tema en la región.
Este artículo fue publicado originalmente en reconocimientofacial.info
En América Latina, el uso de sistemas de reconocimiento facial en tareas asociadas a la vigilancia del espacio público y el control en la asignación de programas sociales es cada vez más común. Al mismo tiempo, avanza también su implementación en espacios privados, en materias relativas al control del fraude e, inclusive, la mercadotecnia.
Se trata de una tecnología altamente invasiva, que está concitando acalorados debates alrededor del mundo y que incluso ha sido prohibida en algunas partes de Europa y Estados Unidos. Sin embargo, en nuestra región es común que su implementación se realice de forma opaca, sin consideraciones por los derechos fundamentales de quienes se ven sometidas a ellas y sin mayor participación de la ciudadanía.
Este proyecto busca informar respecto a lo que está ocurriendo en nuestra región en materia de reconocimiento facial, seguir el desarrollo de los distintos esfuerzos que se están realizando en este campo y participar del debate desde una perspectiva crítica basada en los derechos humanos.
Dado el enorme potencial de afectación que las tecnologías de reconocimiento facial tienen en la dignidad de las personas y el ejercicio de sus derechos, esta tecnología debe ser utilizada de forma excepcional, acotada y proporcionada, y bajo los más altos estándares de control y transparencia. Ante su eventual implementación es responsabilidad del poder político probar su eficiencia y demostrar que es la solución que responde de forma más adecuada al problema que se pretende solucionar.