El redactor canadiense Tara Singh Hayer fue muerto a tiros fuera de su casa en Surrey, fuera de su casa en Surrey, en las afueras de Vancouver, Columbia Británica en la tarde del 18 de noviembre, según el Comité Canadiense para la Proteccion de Periodistas (CCPJ). Hayer, que publicaba el «Indo-Canadian Times», el semanario en […]
El redactor canadiense Tara Singh Hayer fue muerto a tiros fuera de su casa en Surrey, fuera de su casa en Surrey, en las afueras de Vancouver, Columbia Británica en la tarde del 18 de noviembre, según el Comité Canadiense para la Proteccion de Periodistas (CCPJ). Hayer, que publicaba el «Indo-Canadian Times», el semanario en punjabi más grande y más antiguo de Canadá, era un crítico abierto de los fundamentalistas sijs y ya había sido blanco de un intento de asesinato en su oficina en 1988. En esa ocasion, termino parcialmente paralizado, y cuando fue asesinado, estaba pasando a su silla de ruedas desde su carro. Apenas una semana antes, el reactor dijo en una entrevista que no estaba preocupado por las continuas amenazas contra su vida. «Si me atrapan, me atrapan. No hay nada que pueda hacer y no voy a detener mi trabajo», dijo.
El hijo de Hayer, Sukhdev Hayer, regreso a la oficina del periodico después del tiroteo para escribir un informe especial sobre el asesinato, diciendo que era importante continuar con la publicacion debido a que su padre había combatido por la libertad de prensa en Canadá. Dijo «Siempre dijo que si lo iban a matar por lo que publicara, que así fuera.» Según los informes de noticias, Sukhdev Hayer cree que el asesino estaba tratando de atemorizar a la gente antes de las proximas elecciones del templo sij en Vancouver y Abbotsford debido a que temían que los moderados pudieran ganar. Los moderados sijs y amigos de Hayer dijeron que la policía no emprendio muchas acciones contra las amenazas y violencia de los fundamentalistas en la region. Bikar Singh Dhillon, ex-presidente del templo y víctima de un intento de asesinato en 1991, dijo «ha habido rumores de sicarios en la ciudad durante semanas y la policía no ha hecho nada». La policía ha establecido una línea directa para recibir pistas sobre el asesinato y las autoridades emprendieron una vigorosa investigacion. Según el CCPJ, «este es el primer caso de un periodista asesinado en Canadá específicamente por su trabajo en lo que va del siglo».