Se pensaba que 2003 había sido el peor año para los periodistas de Filipinas. Se había asesinado a una cifra récord de siete, según el Center for Media Freedom and Responsibility (Centro por la Libertad y Responsabilidad de los Medios, CMFR). Este año está demostrando ser igualmente peligroso. El 29 de septiembre de 2004, Romeo […]
Se pensaba que 2003 había sido el peor año para los periodistas de Filipinas. Se había asesinado a una cifra récord de siete, según el Center for Media Freedom and Responsibility (Centro por la Libertad y Responsabilidad de los Medios, CMFR). Este año está demostrando ser igualmente peligroso. El 29 de septiembre de 2004, Romeo Binungkal se volvió el séptimo periodista asesinado desde enero.
Binungkal, un corresponsal de los tabloides de Manila «Remate» y «Bulgar», conducía su motocicleta entre Balanga y Pilar, provincia de Bataan, cuando agresores no identificados lo balearon y mataron. La policía está investigando los posibles motivos del asesinato. No se ha detenido a ningún sospechoso.
Binungkal, de 43 años, era el editor en jefe del periódico local «Mt Samat Weekly Forum». También era un empresario, según el Task Force Newsmen, un grupo político que investiga asesinatos de periodistas.
El CMFR, la Southeast Asian Press Alliance (Alianza de Prensa del Sureste Asiático, SEAPA), el Committee to Protect Journalists (Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ), la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Asociación Mundial de Periódicos (WAN) condenaron el asesinato y pidieron un fin a la impunidad que rodea los asesinatos de periodistas. El CMFR dice que 50 periodistas han sido muertos desde que el país retornó a la democracia en 1986. Nadie ha sido condenado por cualquiera de los asesinatos.
En respuesta a la creciente inquietud local e internacional respecto a los asesinatos, el Gobierno comenzó a mostrar signos de la seriedad de su intención de llevar a los culpables a la justicia. La Policía Nacional de Filipinas arrestó recientemente a los presuntos asesinatos de Edgar Damalerio, Ely Binoya y Arnnel Manolo, y se formó un grupo de trabajo para investigar el asesinato del 31 julio 2004 de Roger Mariano (ver: http://ifex.org/es/content/view/full/60523/ /).
El CPJ señala que la mayor parte de los asesinatos de periodistas ocurren en áreas rurales, donde los sistemas de justicia penal con frecuencia son tomados como rehenes por los jefes políticos locales y la policía corrupta. Esto con frecuencia evita que los sospechosos sean llevados a juicio.
Al mismo tiempo, los periodistas filipinos, muchos de los cuales están mal pagados, son vulnerables a sobornos y las figuras poderosas y los políticos pueden usarlos para promover sus planes o atacar a sus enemigos.
Visite estos vínculos:
– CMFR: http://www.cmfr.com.ph
– Información de contexto de la SEAPA sobre la impunidad: http://ifex.org/en/content/view/full/60850/
– Informe de CPJ sobre Filipinas: http://www.cpj.org/attacks03/asia03/phil.html
– FIP: http://www.ifj-asia.org/page/philippines040930.html
– International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa): http://www.freemedia.at/wpfr/Asia/philippines.htm
– Sindicato Nacional de Periodistas de Filipinas: http://www.nujp.org/