Desde 2002 se han registrado 18 asesinatos a trabajadores de la prensa en el país de acuerdo a los registros de IPYS Venezuela. Solo en 2020, esta organización documentó dos homicidios contra miembros de los medios de comunicación en los estados Sucre y Zulia.
Este artículo fue publicado originalmente en ipysvenezuela.org el 2 de noviembre de 2020.
- Desde 2002 se han registrado 18 asesinatos a trabajadores de la prensa en el país de acuerdo a los registros de IPYS Venezuela. Solo en 2020, esta organización documentó dos homicidios contra miembros de los medios de comunicación en los estados Sucre y Zulia.
- Según el Observatorio de Periodistas Asesinados de la Unesco, desde 2006 y hasta 2019, 1165 trabajadores de los medios de comunicación perdieron la vida.
- La impunidad de los delitos hacia la prensa también ha dejado en el olvido las agresiones físicas, detenciones arbitrarias, hechos de intimidación, desapariciones forzadas y amenazas contra medios y reporteros durante 2020. Solo en ese tiempo IPYS Venezuela documentó 215 casos vinculados a esas categorías.
Yhoger Contreras, equipo IPYS Venezuela
Nayrobis Rodríguez, corresponsal IPYS Venezuela, Sucre
Desde el 18 de diciembre de 2013, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció cada 2 de noviembre como el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas. Esa conmemoración estableció dos objetivos clave: el cese de la impunidad en los delitos contra los reporteros, y el compromiso, desde los Estados miembros, de fomentar entornos seguros y establecer mecanismos de protección para los trabajadores de la prensa en escenarios adversos que atenten contra sus vidas.
Cada año organizaciones internacionales han presentado sus relatorías sobre los crímenes contra los trabajadores de la prensa y la impunidad que, en la mayoría de los casos, aún se mantiene. De acuerdo con el barómetro de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF), a lo largo de 2020, año especialmente afectado por la pandemia del Coronavirus, han sido asesinados 30 trabajadores de la prensa, entre periodistas y colaboradores de medios. Nueve de esas muertes han ocurrido en América Latina. Dos periodistas fueron asesinados en Venezuela durante el mes de agosto, pero no se encuentran reflejados en esa cifra de RSF.
Esta misma organización registró en 2019, 49 asesinatos en todo el mundo, siendo el año menos mortal desde el 2003, pero sí hubo un panorama particular sobre los crímenes contra los reporteros en Latinoamérica, región “tan letal para los periodistas como el Oriente Medio azotado por sus conflictos fratricidas” y donde se elevaron en un 59 % las muertes ocurridas en países en paz, comparado con las zonas de conflicto. De acuerdo con RSF solo en los países de la región se registraron 14 asesinatos, además de otros 10 que no fueron incluidos en su registro por encontrarse, para el momento de la publicación del informe, en revisión de sus antecedentes.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) a través de su Observatorio de Periodistas Asesinados, solo en 2019 se registraron 56 muertes de periodistas, cifra por debajo de los 99 del año anterior y que se suman a los 1010 trabajadores de la prensa asesinados desde 2006. Esto quiere decir que 1165 trabajadores de medios de comunicación perdieron la vida en los últimos 15 años en todo el mundo.
Con el finalidad de lograr sociedades más justas e inclusivas, en 2015 la Asamblea General de la ONU aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que comprende 17 objetivos (ODS) para el fortalecimiento de los Derechos Humanos de todos los individuos. Las condiciones del ejercicio periodístico y la garantía del acceso a la información fueron contemplados en la meta 10 del ODS 16 que busca “garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales”.
La ONU, a través de la Unesco recopila la información prevista en el indicador 1 de esa décima meta del ODS 16, el cual señala como datos a registrar el “número de casos verificados de asesinatos, secuestros, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas de periodistas, personal asociado de los medios de comunicación, sindicalistas y defensores de los derechos humanos en los 12 meses anteriores”. Con este registro se puede conocer el avance en el cumplimiento o no de esta meta y además promover los mecanismos necesarios que permitan acercar a los pueblos al cumplimiento de la Agenda 2030.
Venezuela: 19 años, 18 homicidios
Si bien en Venezuela el asesinato contra los trabajadores de la prensa no es un flagelo de altas cifras, tales hechos representan la expresión más extrema de la violencia y la más grave violación a los derechos humanos de un individuo. En simultáneo, otras garantías ciudadanas se ven vulneradas, como el derecho a informarse, a denunciar y a la libertad de prensa.
En Venezuela, desde 2002 se han registrado 18 homicidios a reporteros en nueve áreas geográficas del país, de acuerdo con datos de IPYS Venezuela. El Área Metropolitana de Caracas ha sido el escenario con la mayor cantidad de hechos, enumerando cinco asesinatos contra trabajadores de la prensa, luego Aragua (3), Cojedes (2), Lara (2), Sucre (2), y en Anzoátegui, Carabobo, Monagas y Zulia fue perpetrada la muerte de un periodista en cada entidad en manos de las fuerzas públicas o el crimen organizado.
Los años 2006 y 2009 fueron los más violentos para los comunicadores en Venezuela. En cada año se reportaron tres homicidios, uno más que los registrados hasta octubre de 2020, año en el que se han documentado dos sucesos.
Según los registros de esta organización, a lo largo de estos años, 11 de 18 trabajadores de la prensa fueron asesinados mientras ejercían sus labores informativas, o posterior a haber realizado denuncias y publicaciones de investigaciones, columnas de opinión o declaraciones sobre hechos de corrupción, narcotráfico y contrabando. La poca información de los otros siete casos no permitió precisar las reales vinculaciones de sus asesinatos con la labor informativa.
Una característica particular es que los seis trabajadores de la prensa asesinados en los últimos siete años, es decir, desde 2014, eran simpatizantes oficialistas, dirigentes políticos del chavismo o disidentes críticos del proceso revolucionario. Álvaro Cañizalez Godoy (2014), Ricardo Durán (2016), Yolman Briceño (2017), Alí Domínguez (2019), José Carmelo Bislick y Andrés Eloy Nieves Zacarías, (ambos en 2020), compartían el mismo interés por el activismo político del chavismo, aunque algunos eran detractores de la administración y políticas de dirigentes regionales.
Entre las funciones que desempeñaban los trabajadores de la prensa asesinados a lo largo de estos 19 años, se encontraban tres reporteros gráficos, tres locutores, tres directivos de medios de comunicación, dos comunicadores populares, dos periodistas de instituciones públicas, dos articulistas, un reportero, un chofer y un documentalista independiente.
El asesinato contra estos trabajadores de la prensa a lo largo de los años, deja en evidencia la progresiva escalada de violencia que viven los medios de comunicación y los reporteros en todo el territorio a la hora de realizar coberturas informativas o denunciar sobre hechos de interés público.
Dos historias, un flagelo
José Carmelo Bislick Acosta y Andrés Eloy Nieves Zacarías eran dos venezolanos que tenían varias cosas en común. Ambos eran licenciados en educación, simpatizantes del oficialismo, miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y trabajadores de medios de comunicación, que fueron asesinados en agosto de 2020 con un margen de tres días de diferencia y más de 1200 km de distancia, en dos estados de cada extremo del territorio nacional.
Bislick Acosta fue hallado muerto en Güiria, municipio Valdez, del estado Sucre, al noreste de Venezuela, mientras que Nieves Zacarías, perdió la vida en manos de funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), en Cabimas, Costa Oriental del Lago, estado Zulia, en el noroeste del país.