Encapuchados irrumpieron en las oficinas de una estación de radio y una estación de televisión críticas del gobierno interino.
(CPJ/IFEX) – Nueva York, 25 de agosto de 2009 – Encapuchados irrumpieron en las oficinas de una estación de radio y una estación de televisión críticas del gobierno interino y las sacaron del aire el lunes durante el último ataque contra los medios hondureños. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) instó a las autoridades hondureñas a asegurarse que todos los periodistas puedan trabajar sin peligro en un ambiente cada vez más polarizado y violento.
A las 8 p.m., ocho individuos con el rostro cubierto irrumpieron en las oficinas de Radio Globo y Canal 36 en Tegucigalpa, informó la prensa local. Los agresores amenazaron a los guardias y rociaron los transmisores con ácidos, sacando del aire a ambas estaciones, según la prensa local e internacional. Los agresores huyeron en vehículos sin placas. No se reportó ningún herido.
Desde hoy a las 6 a.m. podía escucharse Radio Globo desde algunos lugares de Tegucigalpa, informó la prensa local. Canal 36 seguía fuera del aire el martes en la tarde. Ambas estaciones transmitían un concierto en apoyo al Presidente derrocado Manuel Zelaya cuando fueron atacadas. Su postura editorial es a favor de Zelaya, según informes en la prensa local.
El episodio del lunes es el último en una serie de ataques contra la prensa aparentemente lanzados por partidarios de ambos lados del conflicto político.
El 15 de agosto, varios individuos no identificados arrojaron por lo menos tres bombas caseras contra las oficinas del diario nacional El Heraldo en Tegucigalpa, informó la prensa hondureña e internacional. Las bombas explotaron frente a la entrada principal y la de trabajadores, causando algunos daños. No se reportaron heridos. El Heraldo, uno de los diarios más importantes del país, ha apoyado vocalmente al gobierno interino liderado por Roberto Micheletti, indicó la prensa local.
«Los medios siguen siendo blanco de ataques por ambos lados del conflicto político en Honduras», declaró Robert Mahoney, Subdirector del CPJ. «Las autoridades deben enviar una señal clara que este tipo de violencia no será tolerada denunciando e investigando todos los ataques contra la prensa y asegurando la seguridad de todos los periodistas».
Soldados del ejército hondureño arrestaron a Zelaya el 28 de junio y lo enviaron en un avión a Costa Rica. Micheletti, líder del congreso, fue nombrado presidente más tarde ese día. Zelaya estaba buscando un referendo constitucional para eliminar los límites del mandato presidencial y permitirle presentarse para un segundo período como presidente.
Desde el golpe, las condiciones para la prensa se han deteriorado. Las fuerzas de seguridad hondureñas cerraron estaciones de radio y televisión locales, bloquearon transmisiones de cadenas internacionales de noticias, y detuvieron brevemente a periodistas tras el golpe, indican las investigaciones del CPJ. Mientras se intensifican las tensiones políticas, algunos medios han dado cobertura sesgada a veces. Agresores no identificados han atacado a medios de comunicación y han acosado a periodistas que cubrían ambos lados de la crisis política. Un reportero murió a balazos el 4 de julio. El CPJ está investigando si su muerte tiene vínculos con la crisis política o con su trabajo como periodista.