Los miembros de IFEX dieron una cautelosa bienvenida a la decisión de China, tomada en el último minuto, de permitir a los reporteros extranjeros mayor libertad, pero instaron a Beijing a extender los mismos derechos a los periodistas nacionales. China anunció el 17 de octubre que se extenderían las libertades introducidas para los Juegos Olímpicos […]
Los miembros de IFEX dieron una cautelosa bienvenida a la decisión de China, tomada en el último minuto, de permitir a los reporteros extranjeros mayor libertad, pero instaron a Beijing a extender los mismos derechos a los periodistas nacionales.
China anunció el 17 de octubre que se extenderían las libertades introducidas para los Juegos Olímpicos para reporteros extranjeros y les darían el derecho de entrevistar a ciudadanos chinos y viajar a donde quisieran sin obtener primero el permiso gubernamental.
«Esta decisión maraca un importante paso hacia adelante en la batalla por la libertad de expresión en China», dijo Human Rights Watch. «Pero la lucha continuará hasta que todos los periodistas, especialmente los periodistas chinos, tengan libertad para informar y ejercer los derechos que les otorgan la Constitución china y el derecho internacional».
Las reglas se introdujeron inicialmente el 1 de enero de 2007 como parte de los compromisos de China con la libertad de medios por las Olimpiadas, pero estaba programado que terminaran el 17 de octubre.
No fue un periodo sin problemas: según cifras compiladas por el Club de Corresponsales Extranjeros de (FCCC), las reglas fueron ampliamente infringidas en la práctica, con 336 casos documentados de interferencia con reporteros extranjeros, entre ellos espionaje, ataques físicos, negativa de acceso y acoso a fuentes.
Las reglas tampoco eran abarcantes. Aunque se permitiría a los reporteros extranjeros viajar sin tener que obtener autorización, seguían necesitando permiso de las autoridades locales para obtener acceso al Tíbet, donde los chinos aplastaron unas protestas en marzo. Según la Asociación Mundial de Periódicos (WAN), se obligó a los hoteles a informar a la policía de la llegada de periodistas extranjeros.
Los periodistas nacionales, mientras tanto, nunca resultaron afectados por la relajación y siguieron obstaculizados por estrictas restricciones a los informes, un hecho que deploran los miembros de IFEX. A los ciudadanos chinos se les sigue impidiendo trabajar para organizaciones de medios extranjeros como reporteros.
Y, mientras los Centros PEN señalan en un informe titulado «Beyond the Olympics» (Más allá de las Olimpiadas) ahora hay más escritores en prisión (44) que al principio del año (40) y China sigue siendo el mayor carcelero de periodistas del mundo.
«La caducidad de esas leyes debería haber sido la ocasión para que el Gobierno permitiera una aún mayor libertad de movimiento y libertad para entrevistar», dijo a los reporteros la organización Reporteros sin Fronteras (RSF). «Esperábamos que el fin de estas reglas fuera una oportunidad para que China pensara sobre las cosas, consultara a otros, preguntara a las organizaciones de medios cómo se podían mejorar las cosas más allá de la libertad de movimiento y entrevista. Pero lo único que fueron capaces de hacer fue extender estas dos libertades».
Visite estos vínculos:
– Human Rights Watch: http://tinyurl.com/5hsedx
– Federación Internacional de Periodistas: http://tinyurl.com/56cggu
– PEN, «Beyond the Olympics» (Más allá de las Olimpiadas): http://www.pen.org/beyondtheolympics
– RSF: http://www.rsf.org/article.php3?id_article=28989
– RSF en AFP: http://tinyurl.com/67wbps
– WAN: http://www.wan-press.org/china/news.php
– FCCC: http://www.fccchina.org/
(22 de octubre de 2008)