FOPEA alerta por la falta de resolución en la justicia del caso de Glibota.
(FOPEA/IFEX) – El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) alerta por la falta de resolución en la justicia del grave atentado e intento de homicidio sufrido hace dos años por el periodista Fabricio Glibota mientras ejercía su trabajo profesional en la ciudad de Resistencia, Chaco, en uno de los más graves ataques a la prensa ocurridos en los últimos tiempos.
Glibota, quien se encontraba trabajando en vivo para Radio Universidad, fue herido con un arma blanca en la zona lumbar durante un enfrentamiento callejero entre empleados municipales y vendedores ambulantes, ocurrido en pleno centro de la capital chaqueña, el 14 de noviembre de 2008. El cuchillo ingresó 15 centímetros en el cuerpo de Glibota, rozó su riñón izquierdo y le produjo una lesión a nivel perirenal e intrarenal. Esto le provocó una gran pérdida de sangre, hasta que fue socorrido por otros periodistas y comerciantes.
Por la herida recibida, Glibota, quien también se desempeñaba por entonces en el diario «Norte», tuvo que ser sometido a una cirugía, superar dos transfusiones y una etapa en terapia intensiva. Su recuperación le demandó dos meses.
FOPEA, a través de su Monitoreo de la Libertad de Expresión, pudo constatar con testigos que en el momento del hecho no se encontraba presente personal policial (que arribó una hora después) pese a que la ocurrencia del enfrentamiento había sido advertida en los medios locales, dada la conocida puja entre vendedores ambulantes y el gremio municipal. La asistencia médica tampoco llegó a tiempo y el periodista herido tuvo que caminar 80 metros por sus propios medios hasta un patrullero que lo trasladó al Hospital Julio C. Perrando.
Glibota, en su condición de periodista, se encontraba en medio del tumulto principal y portaba un equipo periodístico fácilmente identificable, lo que permitió suponer que fue atacado por su tarea profesional.
El enfrentamiento entre manifestantes se produjo porque ese día vencía el plazo para el desalojo de un grupo de vendedores ambulantes liderado por el dirigente Juan Rossi, que unos meses antes había encabezado un violento contra piquete contra una caravana de productores que llegaba a Resistencia para intentar un diálogo con el gobernador Jorge Capitanich.
En el grupo se identificaba también a integrantes de la «barrabrava» del Club Sarmiento y a personas con remeras de Sandra Mendoza (por entonces aún esposa del gobernador y que ese día asumió como ministra de salud provincial). Por otro lado, se encontraban los inspectores de la municipalidad, acompañados por unos cien integrantes del Sindicato de Empleados de la comuna liderado por Jacinto Sampayo y respaldados por la propia intendenta Aída Ayala.
A dos años del atentado homicida sufrido por Glibota, la justicia no ha identificado aún al o los responsables materiales del hecho, ni pudo definir las responsabilidades políticas. Ya pasaron dos años de absoluta impunidad, a pesar de que, en un principio, la Fiscalía de Investigaciones No. 5, por entonces a cargo de la Dra. Elsa Otero y actualmente de la Dra. Nélida María Villalba, ordenó la detención de Jonathan Müller, integrante del grupo de vendedores ambulantes. La Policía chaqueña, al dar con él, anunció que el caso había sido esclarecido ya que hasta se había hallado el arma con la sangre de Glibota. Müller estuvo detenido dos o tres semanas y luego fue liberado por falta de mérito. Desde entonces nadie más estuvo imputado por el hecho.
FOPEA insta a que la justicia resuelva el caso y advierte la necesidad de que hechos de semejante gravedad no queden impunes para no alentar reiteraciones.